El 17 de marzo de 1987, el teatro Lope de Vega de la Gran Vía de Madrid desplegaba su alfombra roja para celebrar, por primera vez, una gran noche de cine español al más puro estilo Hollywood. Sara Montiel junto a su marido Pepe Tous, Imperio Argentina, Andrés Pajares, Amparo Soler Leal, Marujita Díaz o Analía Gadé fueron algunas de las estrellas del celuloide que asistieron a esta primera gala inaugural presidida por los reyes don Juan Carlos y doña Sofía y en la que el gran triunfador fue el recordado cineasta Fernando Fernán-Gómez. La revista ¡HOLA! no quiso perderse aquel gran momento y así se lo contaba a sus lectores.
Veintinueve años después, muchas cosas han cambiado, pero la esencia de los Goya prevalece. Y es que la Academia de Cine celebra en 2016 su 30ª edición, un número redondo que supone el culmen a años y años de trabajo dentro del séptimo arte patrio.
Cómo hemos cambiado…
La estatuilla a la que muchos aspiraban aquel año, no es la misma que en apenas unas semanas se entregará en el escenario del Centro de Convenciones y Congresos Príncipe Felipe. El primer ‘cabezón’, como se conoce cariñosamente al galardón, era una creación del escultor Miguel Ortiz Berrocal y de la que, al presionar un resorte, surgía una cámara de cine con la silueta del mapa de España. Sin embargo, a partir de la 2ª edición, el diseño del Goya quedó en manos de José Luis Fernández, quien creó el busto en bronce del pintor que actualmente conocemos.
Tampoco las candidaturas son ahora las mismas. Nuestros premios han tenido que evolucionar a la par que lo hacía la industria del cine, dejando paso a que los nuevos profesionales, tanto técnicos como creativos, demuestren también la calidad de su trabajo y lo vean reconocido. Así, si en 1987 eran 15 las categorías premiadas, en 2016 encontramos en total de 28, la última de las cuales, la de mejor película documental, se instituyó en 2001.
El papel de la mujer en el mundo del cine durante aquellos años era muy diferente al de ahora. De entre los premios de aquel entonces, apenas encontramos a 3 mujeres entre los galardonados, dos de ellas lo hacían en las categorías interpretativas. Sin embargo, y a pesar de que sigue siendo una industria dominada por hombres, en 2015 la situación ha cambiado radicalmente. Muchas son las cineastas como Isabel Coixet, Pilar Miró, Iciar Bollaín o Paula Ortiz que con su excelente trabajo han ayudado a que ver el nombre de una mujer entre los títulos de crédito sea habitual y no sólo delante de la cámara.
Otro aspecto que ha variado desde entonces es el perfil de los candidatos a alzarse con el premio. Desde el año 2011 la Academia obliga a los aspirantes de las categorías interpretativas (incluyendo la de mejor actor o actriz revelación) a ser mayores de 16 años. Por tanto, no volverán a repetirse momentos en los que los entonces niños Juan José Ballesta, Ivana Baquero o María Valverde, ahora actores más que consagrados, se alzaban con el codiciado galardón.
El glamour de la alfombra roja
Aunque estamos muy acostumbrados a ver desfilar a las estrellas de la gran pantalla por la alfombra de los Premios Goya, esto no siempre ha sido así. De hecho, durante aquella primera ceremonia, pocos fueron los que se pararon aunque fuera unos segundos ante los curiosos y los fotógrafos. Si viajamos en el tiempo, vemos que las estrellas llegaban en coche al teatro y, sin siquiera quitarse el abrigo, subían rápidamente las escaleras del Lope de Vega. Las grandes joyas y el glamour de los mejores trajes de gala fueron entonces reservados para el interior, contrastando con el derroche de estilo de la actualidad. Y es que no entenderíamos una noche de Goya sin el paseo de las elegantes estrellas por la alfombra.
Máxima expectación
Hace 30 años, cientos de personas no dudaron en acudir a la Gran Vía de Madrid (cortada al tráfico para mayor seguridad) para recibir a Sus Majestades y a las diferentes estrellas del momento. Hoy en día también son muchos los que guardan sitio a la puerta del Centro de Convenciones y Congresos Príncipe Felipe para ver a sus actores favoritos y tratar de hacerse con un preciado autógrafo, pero más son los que se quedan en casa pendientes de los medios, la televisión y sobre todo de las redes sociales.
Y es que la gran diferencia entre aquella expectación y la de ahora no se puede entender sin la evolución de las nuevas tecnologías. Cada detalle de la ceremonia se sigue hoy en día con gran interés por parte del público, que se convierte casi en uno más de los asistentes al evento. Por eso, e igual que hicimos en 1987, ¡HOLA! y ahora también HOLA.com estarán presentes en los Premios Goya para ser testigos, un año más, del brillo del cine español en su gran noche. ¡No te lo pierdas!