David Bowie fue incinerado en privado en Nueva York
La despedida del músico parece haber sido tan discreta como su muerte
El mundo entero le sigue llorando, pero él se fue sin hacer ruido, de la misma manera en que afrontó su enfermedad. David Bowie era una figura reconocida en la música, con un buen número de amigos que seguramente querrían organizar una despedida a la medida del genio que fue. Un momento en el que confortar a la familia y recordar tantos buenos momentos que han quedado en la memoria. Sin embargo, se ha publicado en The Mirror que el artista fue incinerado poco después de su muerte, en Nueva York, ciudad en la que residía. Y es que al parecer le habría dicho a sus allegados que no quería un funeral multitudinario y que quería ser recordado por sus logros en la música.
En su página oficial de Facebook, la familia ha difundido el siguiente mensaje. “La familia de David Bowie está haciendo preparativos para una celebración privada en memoria del que fue querido esposo, padre y amigo. Una vez más solicitan que se respete su privacidad en estos momentos. Estamos superados y agradecidos por el amor y el apoyo que el mundo entero nos ha mostrado. De todos modos, es importante señalar que los conciertos y tributos que se están planeando para las próximas semanas son bienvenidos, si bien ninguno es oficial ni está organizado ni respaldado por la familia. Como cada uno de nosotros encontramos algo único en la música de David, agradecemos la celebración que cada uno haga de su vida en la manera en que le satisfaga”.
Y es que ya se están planeando varios conciertos en su memoria. Uno de ellos está previsto para el 31 de marzo, en el Carnegie Hall. Inicialmente se trataba de un tributo al músico, dado que comenzó a organizarse hace siete meses, y ahora los organizadores lo han convertido en un homenaje póstumo al intérprete. “El concierto será recordado como una celebración de su música por sus amigos y fans. Estamos muy tristes por la noticia. El espectáculo será muy emotivo” se ha publicado en la página web de la organización.
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Antes de fallecer David, que luchaba contra un cáncer desde hacía 18 meses, visitó los lugares que habían sido importantes para él en su país natal Inglaterra (un viaje privado que hizo con su mujer Iman y su hija) y grabó su último disco, una especie de regalo de despedida a sus fans. Una de las personas que trabajó con él en sus últimos meses, el director teatral Ivo Van Hove, desveló que padecía un cáncer de hígado y que, pese a sus limitaciones físicas, nunca perdió las ganas de vivir y seguir trabajando para que, tanto el álbum, como el musical Lazarus, basado en sus canciones, estuvieran perfectos. Otros amigos han contado además que recibieron mensajes de Bowie en los que parecía despedirse de ellos.
El cantante falleció el pasado día 10, dejando una herencia que se ha valorado en unos 180 millones de euros, además de un legado musical y cultural de incalculable valor.