Aún no ha pasado ni una semana desde que falleció de manera repentina y la sorpresa que provocó esta noticia aún golpea a sus seguidores. Al mundo de la música le falta algo desde que David Bowie no está y casi parece aún como si fuera a subir al escenario de nuevo un día de estos, tan inimaginable parece su desaparición. Sin embargo, tras de sí ha dejado un legado impagable de canciones y estilo que quedarán para siempre en la memoria colectiva.
Deja además una fortuna que quedaría en manos de su viuda Iman y sus dos hijos, Duncan y Alexandria. Su patrimonio se cree que ascendería a los 135 millones de libras (más de 180 millones de euros tal y como se ha publicado), un capital que habría reunido gracias a los derechos de sus canciones y a algunos movimientos financieros que le reportaron importantes beneficios en los años 90 (se cree sin embargo que otras inversiones menos afortunadas en los 70 le provocaron una situación económica complicada).
En 1997, vendió a los inversores bonos respaldados por los futuros royalties que recaudarían sus canciones. Ganó entonces unos 37 millones de libras (casi 50 millones de euros) vendiendo los derechos de los primeros álbumes de su carrera. En diez años la propiedad de los temas volvió al artista. Una maniobra financiera astuta tal y como ha señalado David Pullman, artífice del acuerdo, al Daily Mail. “Fue astuto y tuvo la visión de dejar las cosas atadas para cuidar de su familia”.
David Bowie, el 'camaleón' que supo reinventarse sobre el escenario
David Bowie compartió dos de los momentos más emocionantes de su vida con HELLO!
Fallece el cantante David Bowie, a los 69 años de edad
Su mujer Iman y sus hijos estuvieron hasta el final junto a David Bowie
Bowie fundó además su propia compañía de management, Isolar Entreprises, lo que le permitió tener el control de sus negocios no sólo como cantante, sino como compositor, actor y arreglista musical. Sus ingresos provenían no sólo de la venta de su música -25 álbumes (el último acaba de salir al mercado), más de 700 canciones que acumularon 140 millones de copias vendidas en todo el mundo-, sino de sus multitudinarias y exitosas giras que conciertos. En 1998 puso en marcha además su propio servidor de Internet, BowieNet, ofreciendo acceso a la red a través de su propio portal y dándoles a los usuarios un lugar donde interactuar. Desapareció en 2012.
Serían su viuda Iman, que posee una empresa cosmética valorada en unos 20 millones de libras (casi 27 millones de euros), y sus hijos los herederos de esta cantidad de dinero y de la residencia en Nueva York donde vivía. Ellos han estado junto al artista hasta el final, hasta que la enfermedad, sólo eso podía matar su energía, pudo con él.