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No era un programa cualquiera. Pablo Motos se sentó con el cantante Alejandro Sanz, pero tenía en mente a otra persona. Su padre ha fallecido recientemente y este día en concreto era un día duro para él, lleno de recuerdos y también triste. Un momento complicado aunque como se suele decir el espectáculo debe continuar y Motos quiso hacer el espacio como todos los días, dar un rato de diversión a la audiencia. No se mencionó lo ocurrido hasta el momento de la despedida, cuando Alejandro tuvo un gran gesto con el presentador y le dedicó un gesto muy cariñoso. "Te quiero agradecer porque sé que es un día muy difícil para ti, pero el jefe estará muy orgulloso de ti, seguro" le dijo Alejandro mirando al cielo, antes de darle un fuerte abrazo a Pablo ante los aplausos de la audiencia.
Antes de este emotivo momento, el artista celebró con Pablo el éxito de su música. En su repertorio tiene precisamente una canción que refleja a la perfección lo que siente por una de las personas más importantes de su vida: su hijo Dylan. Capitán Tapón, así es el título del tema, tiene mucho de su tercer hijo, el primero que tuvo con Raquel Perera (tenía ya dos hijos, una niña con Jaydy Mitchel y un niño con Valeria Rivera). ¿Cómo nació esta canción?
“Siempre compongo antes la música que la letra. Mi hijo venía todas las noches para despedirse antes de irse a la cama, venía al estudio y le encantaba agarrar el micro, desafinar los instrumentos... Tenía que escribir una canción, ya era casi un compromiso moral, cada vez que tienes un hijo es que le tienes que escribir una canción y Dylan está en esa edad maravillosa de los cuatro años, que empieza a descubrirlo todo y tiene ese ingenio, esa cosa que al final lo que hace es darte vida” explicó en el programa El Hormiguero. En este tema aparece un fragmento en el que se escucha la voz del pequeño, algo que le encanta según contó su padre: “Le encanta cantar su canción, presume un poquillo de su canción, se escucha su voz y me manda callar y todo”.
Todos los niños aprenden muchas cosas de sus padres pero casi siempre también los mayores encuentran en los más pequeños su mejor escuela. “He aprendido de él a vivir cada minuto como si fuera el último, que los super poderes existen. Él siempre dice que quiere tener super poderes y le pregunto cuáles. Dice ‘yo el super poder de ser feliz’. Es un tipo que tiene una vida, una forma de enfrentarse a los problemas, es genial, los niños son muy espontáneos para todo eso, nos enseñan que realmente a veces nos tomamos en serio cosas que no nos deberíamos tomar en serio y que las cosas verdaderas duran instantes”.
Alejandro añadió que juega con su hijo a “la pelea”: “Hacemos como que nos damos, tienes que poner cara...”. Contó cómo es su carácter que ya está empezando a verse a pesar de que tiene aún sólo cuatro años: “Es un romántico y jeta, como hay que ser. Un poco de las dos cosas, le encanta jugar con mis amigos, bromear”. Alejandro ha tenido un inico de año inmejorable: Sirope Vivo, su último trabajo, ha conseguido ser triple disco de platino en España y se ha hecho con dos premios Grammy. Sin duda un regalo de Reyes inmejorable.
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