Mientras continúa el enfrentamiento entre Madonna y su hijo Rocco -quien permanece en Londres con su padre, Guy Ritchie, tras negarse a volver a Estados Unidos con su madre-, la artista realizó ayer una nueva aparición pública y fue por una buena causa. De la mano de su exmarido, Sean Penn, quiso apoyar la quinta gala benéfica Sean Penn y amigos que busca recaudar fondos para ayudar a Haití.
La expareja, que mantuvo una tormentosa relación en los ochenta que culminó en boda en el año 1985 y rompió su matrimonio cuatro años después, posó ante los reporteros gráficos demostrando su buena sintonía junto a David Banda y Mercy James, hijos de la artista. Los cuatro eligieron el color negro para la noche, Madonna optó por un vestido negro con transparencias.
Durante la fiesta que tuvo lugar en el Hotel Montage Beverly Hills, la cantante se subió sobre el escenario para amenizar la velada. Interpretó, entre otros temas, una de sus canciones más míticas, Like a Virgin, y cautivó al público con una actuación en acústico en la que se atrevió a tocar el ukelele y a cantar en francés.
Además, también agradeció a su exmarido el gran trabajo que está haciendo para reconstruir Haití. “No podía pensar en un lugar mejor en el que estar que aquí, apoyando a una maravillosa organización. Tuve el privilegio de ir a Haití con Sean hace dos años, con mi hijo Rocco y tuvimos la aventura más increíble ", dijo.
El discurso no quedó ahí. Quiso tener unas bonitas palabras hacia la persona con la que estuvo casada, que parecen avivar los rumores que apuntan a una posible reconciliación sentimental. "La forma en que (Sean) ha cambiado Haití en los últimos seis años y medio es increíble. Estoy muy orgullosa de ti, muy orgullosa de saber de ti. Así que quiero decir: Sean, te quiero desde el momento en que puse los ojos en ti y todavía te quiero igual", dijo.
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La hija de Sean Penn, Dylan, también estuvo presente en la cita benéfica para apoyar a su padre. Suki Waterhouse, Olivier Martinez, Lana del Rey, entre otros muchos rostros conocidos, tampoco faltaron a la gala que recaudó 6 millones de dólares, casi 5,5 millones de euros.