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Carolina Cerezuela ha formado una gran familia junto a Carlos Moyá. El matrimonio es padre de tres hijos, Carla, Carlos y la pequeña Daniela, pero además de ser una orgullosa mamá también es una mujer todoterreno que se atreve con todo. Quiere “exprimir este año al máximo” tal y como ha asegurado en declaraciones a Europa Press durante una presentación de Entulinea. Y es que ha comenzado este 2016 de la mejor de las maneras con una nueva ilusión en el mundo de la música. “Ya tenemos grabado el disco. Estamos ahora con las postproducción”, cuenta.
Un trabajo que verá la luz dentro de muy poquito, adelanta que a principios de 2016 y que mezclará pop, rock… “A mí me gustaba mucho la música”, reconoce y señala que jamás imaginó meterse sola en un proyecto musical. Sin embargo, lo hace de la mano del cantautor Jaime Anglada. “Hicimos una canción y me dijo: ampliamos repertorio y al final mira. Hemos hecho un disco”. Es más, le encantaría poder ofrecer conciertos. “Es un proyecto personal que terminó como algo profesional y que espero disfrutar muchísimo de él a lo largo de 2016. Tengo muchas ganas y le estoy poniendo mucha energía”, afirma.
Tras las vacaciones navideñas, que las ha vivido en familia en Palma de Mallorca, la actriz asegura que ya tenía “ganas de volver a la rutina”. Aunque reconoce que cada vez se le hace más difícil salir de casa cuando tiene que viajar por trabajo. Sus tres hijos son los principales responsables. “Ellos entienden que a mami hay que dejarle un poco más de hueco porque van al cole, son un poco más mayores y me apetece mucho volver a recuperar estos proyectos. Sobre todo este último”, cuenta.
La benjamina de la familia, Daniela, que el próximo mes de abril cumplirá dos años tiene una “gran personalidad”. “La pequeña está más espabilada por tener hermanos mayores. La veo y digo, pero si tiene año y medio y ya no veas cómo domina a los hermanos y cómo se defiende incluso de sus pequeñas batallas: este muñeco es mío", asegura. Además, está en una edad muy divertida en la que “lo habla todo. Me muero de la risa con ella”. Mientras que su hija mayor, Carla, de cinco “exterioriza más, entiende cuando te vas”.
Por el momento, no entra en sus planes tener un cuarto hijo. “Para mí es una satisfacción cada día cuando les veo en el salón, o correr por el pasillo a los tres hermanos juntos y jugar. Es como que ya está, he conseguido lo que quería”, dice. “Formar esta familia, que mi primera hija tuviera hermanos y que todos se hagan compañía. Es algo precioso cada vez que lo veo, son mi prioridad y mi debilidad”.
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Su marido, Carlos Moyá empieza el año también con un nuevo proyecto profesional: formará parte del equipo de trabajo del tenista canadiense Milos Raonic. Su mujer reconoce que está muy ilusionado: “se trata de un reto ya que volverá a vivir la adrenalina de los partidos y el tenis”. Eso sí, ahora volverá a viajar y la familia le echará mucho en falta. “Cuando él se va siempre lo notamos”.
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