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Su nacimiento ha llenado de alegría a toda la familia y ahora continuarán disfrutando de ella en casa. Kiko Rivera e Irene Rosales han salido del hospital con su pequeña Ana, un bebé que pone el broche de oro a uno de los peores años para los Pantoja. Sin embargo, la pareja no posó con la pequeña, que pesó 2,800 kilos y midió 47 centímetros. Kiko Rivera bajó solo y comentó que a Irene no le sentó bien un medicamento durante el nacimiento de su hija, motivo por el que no estaba con él. "Se complicó un poquito, a Irene no le sentó bien un medicamento y por eso no está aquí. Ella está bien, no hay que preocuparse, pero prefiere estar un poco mejor" comentó el hijo de Isabel Pantoja.
Según dijo Kiko, "la niña está muy bien" y ellos están felices porque Isabel Pantoja ha podido estar con ellos. "Qué momento para una abuela que su nieta venga al mundo en la situación en que está, le da más vida" aclaró. "La que no la conoce todavía es mi abuela, pero se le llevaremos prontito a Cantora" aseguró antes de abandonar la clínica. "Ha sido una cosa muy emocionante y muy bonita. Además se parece mucho a mí" comentó entre risas. "Se parece a su hermano que está deseando verla" añadió. Dijo además que su expareja, madre de su hijo Francisco, le había escrito para felicitarle. "He recibido un mensaje de Jessica Bueno felicitándome".
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Estos días ha compaginado las visitas al hospital con la grabación de su nuevo vídeo, junto a sus hermanos Francisco y Cayetano. "Lo grabamos antes de ayer, mis hermanos se lo pasaron muy bien. Francisco me impresionó" explicó, asegurando que "la relación entre los hermanos y familia es excelente" (estos días se encontraron Francisco e Isabel Pantoja en el hospital, un encuentro cordial tal y como comentó Kiko). Estas fiestas se repartirán entre ambas familias: "Serán unas Navidades familiares. Estaremos con la familia de Irene en Nochebuena, y Nochevieja en Cantora con mi hijo Francisco, que llegará por esas fechas". ¿Ha pensado Kiko en tener más niños o de momento con dos es suficiente? "De momento vamos a quedarnos así, pero nunca se sabe".
Ana, que se llama igual que su bisabuela, nació el pasado martes día 15 de diciembre pasada la medianoche, apenas unos días después de que a Isabel Pantoja le dieran el tercer grado -en este régimen tendrá que ir solo a dormir a la cárcel de lunes a jueves, aunque ahora tiene un permiso hasta el lunes 21. La artista pudo conocer a su nieta sólo unas horas después de su nacimiento, un rayo de luz tras unos meses en los que ha pasado por sus peores momentos. Su estancia en la cárcel, su ingreso hospitalario... recuerdos que quedan atrás ahora que por fin podrá disfrutar de los suyos. Esta Navidad es seguramente una de las más especiales para ella y es que podrá brindar en Cantora por una nueva etapa en su vida aún no tiene planes concretos para volver a cantar tal y como dijo Kiko- y no faltarán sus nietos, claro, que son los que siempre le dibujan una sonrisa.
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