La noticia de que ha obtenido el tercer grado penitenciario es, sin duda, el mejor regalo de Navidad por adelantado que podían recibir Isabel Pantoja y su familia. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga se lo concedía el pasado jueves tras cumplir el 21 de noviembre un año en la cárcel. Pero a la espera de disfrutar del régimen de semilibertad, a Isabel aún tenía pendiente un cuarto permiso ordinario dentro del segundo grado, que ha decidido aprovechar esta misma semana.
Isabel Pantoja ha abandonado la prisión de Alcalá de Guadaira este lunes a las 11:45 horas. A las puertas de la cárcel estaban sus seguidores más incondicionales, a los que ha saludado y lanzado besos. La cantante, que iba oculta tras unas oscuras gafas de sol, se ha persignado antes de introducirse en el coche que, una vez, conducía su hermano Agustín. Junto a él ha puesto rumbo a Cantora.
Sin duda, en esta ocasión ha salido de la cárcel con mucho más optimismo, teniendo en cuenta la cercanía del tercer grado. Por el momento, Isabel disfrutará de seis días de permiso que podrá aprovechar para estar con los suyos, y es que el clan Pantoja se encuentra en un buen momento tras un año bastante complicado.
El tercer grado de Isabel Pantoja llega en un gran momento para sus hijos
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Isabel Pantoja obtiene el tercer grado penitenciario
Si las fechas se ajustan a lo previsto, antes de que termine el año la familia dará la bienvenida a un nuevo miembro, la hija de Kiko Rivera e Irene Rosales, cuyo nacimiento se espera para finales de diciembre. Ana, que así se llamará la niña, llegará como la gran alegría para sus padres, su tía y también para su abuela, que quizá ya esté disfrutando del tercer grado cuando nazca la pequeña.
Para ello aún se tiene que pronunciar la Junta de Tratamiento, que se reúne en la prisión cada jueves. Corresponde a Instituciones Penitenciarias autorizar si la artista puede tener libres los fines de semana y sólo acudir a la cárcel a dormir de lunes a jueves o, alternativamente, la Junta de Tratamiento puede incluso aprobar, por actividad profesional, la modalidad de control telemático o la libertad vigilada.