Milan no deja de sorprendernos. El hijo mayor de Shakira y Piqué ya sabe leer y solo tiene dos años. Con mucha paciencia y amor, la cantante se ha convertido en su mejor profesora, como refleja este divertido vídeo que ha compartido en las redes sociales.
En él, aparece Milan leyendo los países de América del Sur en una pizarra. Aunque aún no pronuncia bien todas las palabras, debido a su corta edad, es asombroso verle leer. Shakira, que no puede ocultar su orgullo, no duda en felicitar al niño: “Perfecto, vida, pero que bien”.
La cantante, embajadora de buena voluntad de Unicef, está muy comprometida con la educación de los más pequeños. "Si invertimos en un niño en sus primeros años de vida estamos invirtiendo en su desarrollo y en su éxito", dijo el pasado mes de septiembre en una entrevista con Efe. "La educación no es un lujo, es un derecho. Un derecho del ser humano desde la cuna y nadie nos lo puede quitar. Debemos reclamarlo", insistió.
Shakira, que lleva años trabajando en Colombia en el ámbito educativo y abogando por la educación infantil temprana, reconoció que convertirse en madre ha disparado su interés. "Si antes era una apasionada de este tema, ahora mucho más. Tengo a la directora del colegio de Milan en mi WhatsApp. Entonces, cada día le hago una pregunta o la llamo o le escribo y le hago sugerencias, le doy ideas de cómo creo que podemos mejorar desde mi experiencia", explicó. "Soy, realmente, una pesada en el tema de la educación, pero es que he visto que es bellísimo ver a los niños en esta edad, tan pequeñitos, cómo empiezan a absorberlo todo a una velocidad tan acelerada", añadió.
- Shakira, pendiente de la educación de Milan hasta límites insospechados
Shakira vive por y para sus hijos. La cantante les estimula con el deporte, la lectura, los idiomas o la música, regalándonos divertidos vídeos e imágenes de ellos. "La verdad es que soy una madre a la que le gusta estar encima de mis niños, de su educación. Tengo ayuda, pero yo quiero ser quien los eduque, quiero pasar el mayor tiempo con ellos, jugar con ellos y eso tiene un precio a pagar”, reconoce.