Radiante, sonriente y feliz. Así vimos a Isabel Preysler la semana pasada en Nueva York, acompañando a Mario Vargas Llosa en la gala de la Hispanic Society of America en Nueva York, donde el escritor recibió una de sus prestigiosas medallas Sorolla por su contribución a las artes y la cultura hispanas. En las imágenes que publica esta semana ¡HOLA!, Isabel y Mario disfrutan de la velada en compañía del hijo mayor del literato, Álvaro, siendo esta la primera vez que fueron fotografiados junto a él.
Álvaro Vargas Llosa y su mujer, Susana Abad, estaban en la lista de más de 200 invitados que asistieron a la gala, en la que también fueron galardonados Carlos Fitz-James Stuart, duque de Alba, y Francisco González, presidente de BBVA. Isabel y Mario, que llegaron al evento cogidos de la mano, estuvieron charlando animadamente con el hijo del escritor y su esposa, tal y como muestran las instantáneas.
En ¡HOLA!, Isabel Preysler habla por primera vez de su historia de amor con Mario Vargas Llosa
Comunicado de Álvaro Vargas Llosa, primogénito de Mario Vargas Llosa
Tras asistir juntos a la entrega de medallas, los cuatro volvieron a verse para disfrutar de un agradable paseo por las calles de Nueva York, acompañados también en esta ocasión por la hija de Álvaro y Susana, Aitana, de dieciséis años. Su ruta por la Gran Manzana incluyó un almuerzo en el restaurante Harry Cipriani y una visita al cine. La buena relación entre Isabel y Álvaro Vargas Llosa ya se podía adivinar con el comunicado que éste publicó en Twitter: "Isabel Preysler me parece una persona interesante, una persona elegante, y evidentemente representa para mi padre algo importante", explicaba Álvaro.
Muy orgullosa por el premio que recibió Mario, Isabel Preysler comentó lo a gusto que se encontraba en Nueva York, la ciudad que ya escogieron para presentar su relación hace unas semanas en la fiesta de Porcelanosa. "Estoy más tranquila", declaró, añadiendo que allí "tenemos más libertad". Tras la fugaz visita, vuelta a Madrid, no sin antes haber disfrutado de unos días muy agradables en la ciudad de los rascacielos.