Faltan cinco meses para que Cindy Crawford cumpla los 50 años. Una fecha que este icono de los noventa ha querido celebrar sacando al mercado una autobiografía, Becoming, en la que relata cómo guio sus pasos en la industria de la moda hasta convertirse en una de las modelos más cotizadas del mundo. Dispuesta a hacer balance vital, la estadounidense se ha confesado y entre otros pasajes recuerda su matrimonio con Richard Gere.
“El final de mi primer matrimonio fue un punto de inflexión en mi vida. Yo había vivido todo como un cuento de hadas. Todos queremos saber que se siente al tener un amor como el que se ve en las películas, pero no siempre es así. Mi divorcio me destruyó y me llevó a darme cuenta de que tenía que ver las relaciones de una forma más realista", explica Crawford en la nueva edición de ELLE Francia.
De tal palo, tal astilla: Cindy Crawford y su hija Kaia derrochan belleza en el 'photocall'
Kaia Gerber, hija de Cindy Crawford, digna sucesora de su madre en su primer trabajo como modelo
La modelo y el actor se casaron en 1991, convirtiéndose en una de las parejas con más brillo de Hollywood. Sin embargo, ese “cuento de hadas” se rompió cuatro años más tarde, algo que según reconoce la modelo le habría llevado a pedir ayuda a un terapeuta. Cindy Crawford relata uno de esos días en particular, cuando el especialista le preguntó: “¿Usted busca un marido o una alma gemela? No es exactamente lo mismo… Un marido es alguien estable con quien formar una familia”.
Tras pasar página de su divorcio, Cindy Crawford dio con su alma gemela: Rande Gerber. La modelo y el empresario se casaron en el año 1998 en una íntima ceremonia en una playa desierta de California, formando una de las parejas más estables del mundo de la moda y siendo padre de dos hijos, Presley -de 16 años- y Kaia, de 14. “De joven yo vivía guiada solo por la pasión. En un momento de tu vida eso te llega a consumir mucho”, contó Crawford que actualmente se encuentra en Nueva York promocionando su libro.
Quien durante años fuera la maniquí mejor pagada sigue estando hoy al pie del cañón, dentro y fuera de la industria de la moda, donde se ha convertido en el ídolo de las nuevas generaciones. Además en casa tiene su mejor sucesora, su hija Kaia, que ha heredado su belleza y ya ha hecho sus pinitos como modelo.