Aunque una estrella del pop esté lejos de los focos de una alfombra roja no deja de posar. En este caso no se trataba de llamar demasiado la atención, dado que la protagonista del día era otra, aunque su sola presencia levanta expectación. Rihanna mostró una nueva imagen en uno de los compromisos que tuvo este fin de semana. Se trataba del enlace de su estilista Sonya Benson con James Markey en Nueva York, una ocasión en la que la novia quiso contar con la presencia de su “alumna” en materia de estilo.
La artista fue una de las invitadas que asistió a la ceremonia, celebrada en el ayuntamiento de la ciudad, en la que la novia desveló su secreto: un vestido de encaje y corte sirena con un velo corto de tul que luego cambió por un original tocado confeccionado con plumas. Para la fiesta, quién sabe si fue la misma Sonya la que escogió su vestido, la intérprete vistió un traje largo, cruzado, con estampado floral, que combinaba los tonos lavanda y rojizo. Era un vestido de seda que al ser cruzado tenía una abertura en la parte de delante bastante pronunciada.
La intérprete de Diamonds llevaba unas sandalias abiertas en tono plata, con las que no dudó en bailar al ritmo de la canción que dedicó a los novios, una sorpresa en la fiesta, que tuvo lugar en el Courtyard New York Manhattan/Chelsea. Uno de los regalos de la intérprete, seguramente habría más, para su amiga fue el ramo de novia, que combinaba lirios y rosas blancas. La relación entre ambas es excelente y se demostró en la cariñosa felicitación que le escribió Rihanna en las redes: “¡¡Felicidades a mi preciosa y loca Sonya por su boda!!”. Un día inolvidable sin duda.