La recta final ya ha comenzado para Francisco Rivera y Lourdes Montes. La diseñadora y bloguera de HOLA.com sale de cuentas el próximo 20 de agosto, según confirmó el propio Francisco, por lo que si todo sale según lo previsto en menos de dos semanas la pareja podrá ver la carita de Carmen, el nombre que han decidido poner a su primera hija en común. Momentos llenos de emoción para Lourdes y también para Francisco, que está ocupando su último verano antes de volver a ser papá yendo de plaza en plaza de toros, siempre con la compañía de su más fiel admiradora: su mujer.
Volvió a los ruedos ante la atenta mirada de Lourdes, y desde entonces han sido varias las ocasiones en las que hemos visto a la diseñadora en las gradas sin quitar ojo a su marido. Incluso en los últimos días de embarazo Lourdes no quiere perderse ninguna, y este mismo sábado acompañaba a Francisco en el Puerto de Santa María, en Cádiz, donde toreaba junto a Juan José Padilla y El Fandi.
Presumiendo de bronceado y luciendo un vestido azul marino muy favorecedor para su silueta premamá, que combinó con chaleco blanco y sandalias también azules con plataforma de esparto, Lourdes posó feliz y sonriente al llegar a la plaza. A la diseñadora está a punto de cambiarle la vida, y ella está encantada, tal y como comentaba esta semana en sus redes sociales, publicando una imagen del verano pasado bajo el título: "Cómo nos cambia la vida en un año...".
Aunque Francisco se ha tomado muy en serio su vuelta a los ruedos y su agenda profesional está repleta, tiene claras sus prioridades y su intención de estar presente durante el parto: “Lo que sí sé es que donde esté saldré corriendo y cuando llegue, llegué. El torear pensando que tu mujer está dando a luz no es ni aconsejable. Saldré corriendo para Sevilla”, confesaba recientemente. Y es que Francisco y Lourdes, que celebraron su boda religiosa el verano pasado, se han vuelto inseparables.
No muy lejos de Lourdes estaba sentada Ana María Aldón, novia de José Ortega Cano, llevando en brazos a su hijo, el pequeño José María, mientras que el diestro prefirió seguir la faena un poquito más de cerca observando desde el callejón.
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