Han estado juntos veinte años, trece de ellos casados, y tienen tres hijos. Sin embargo, Gwen Stefani y Gavin Rossdale han tomado la difícil decisión de poner fin a su relación. “Aunque ambos hemos tomado la decisión de no seguir casados, seguiremos estando juntos como padres y estamos comprometidos en criar a nuestros tres hijos en un ambiente sano y feliz”, aclararon en un comunicado. “Solicitamos respeto a nuestra privacidad en estos momentos” concluían.
Los dos compartían su amor y pasión por la música. Se conocieron cuando formaban parte de sus bandas de música Bush y No Doubt y estas hicieron un tour conjunto. En ese viaje en 1995 se enamoraron y salieron durante seis años antes de dar el paso de casarse, en 2002. De hecho, estaban a punto de celebrar su aniversario de boda, una fecha que este año ya no tendrá un significado feliz.
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En algunos medios han comenzado a especular ya con el coste de esta separación en la que dicen, la pareja tendrá que dividir a partes iguales sus activos, con una valoración estimada de 80 millones de dólares (más de 73 millones de euros).
Apenas hace unos meses, Gwen declaraba: “Hemos pasado por muchas cosas juntos, es un milagro que hayamos estado juntos tanto tiempo”. Durante estos años, la vida de Gwen ha dado un giro en muchos aspectos. Lanzó su carrera musical en solitario con mucho éxito y compaginó esta con su papel como madre entregada de tres niños. Kingston, de nueve años, Zuma, de siete, y Apollo, de sólo 17 meses. Ellos se han convertido, pese a su corta edad, en iconos de estilo gracias a los gustos e influencia rockera de sus padres.