Un año más, Arantxa Sánchez Vicario ha elegido la paradisíaca isla de Ibiza para pasar unos días de descanso estival en familia. La extenista, que ahora vive un momento de tranquilidad tras haber firmado un acuerdo extrajudicial con el que pone fin a la batalla que mantenía con sus padres, comparte estos momentos de felicidad con su marido, Josep Santacana, y sus hijos: Arantxa y Leo.
Acompañada de los suyos, la deportista salió a navegar por aguas del Mediterráneo. Antes, pudimos verles en una lancha rumbo al yate en el que disfrutarían de una divertida jornada en alta mar. Se mostraron felices, y es que tienen motivo para ello.
Hace una semana conocíamos que la campeona de Roland Garros ha aceptado desactivar las causas judiciales, en Andorra y Barcelona, que había promovido contra sus padres, a los que acusaba de haberla arruinado. A cambio, recuperará el uso de dos inmuebles que ganó con su sudor en la pista de tenis, pero que no ha disfrutado y ni siquiera están a su nombre: un piso en Barcelona –donde viven sus progenitores desde hace 20 años- y una casa en la Costa Brava.
Las condiciones del acuerdo
Según El País, el acuerdo fue firmado hace unos días, de una parte por Arantxa y su marido, y de otra por los padres de la extenista, Emilio Sánchez y María Luisa Vicario. Arantxa tendrá en usufructo un piso de grandes dimensiones que había sido propiedad de ella en la Avenida Diagonal de Barcelona, y que sus padres ocupaban como residencia habitual desde hacía años. Si fallece el padre, la madre tendrá un máximo de tres años para abandonar la vivienda, que quedará después en manos de la tenista.
Según el diario madrileño, los padres se comprometen también a abandonar en octubre próximo un apartamento turístico en Sant Pol de Mar (Girona) que los padres venían usando como lugar de veraneo también desde hace varios años. Arantxa tiene previsto utilizar este apartamento para saldar sus deudas con Hacienda.