Carmen Lomana acaba de sufrir uno de los golpes más duros de su vida, ya que acaba de enterrar a su madre, Fefa Gutiérrez-García. Después de una solemne misa funeral que comenzó a las 12:30 en la iglesia de San Marcelo de León, en donde estuvieron presentes numerosos familiares y amigos, los restos mortales fueron enterrados en el panteón que la familia tiene en el cementerio municipal de la ciudad leonesa.
© Europa PressFefa Gutiérrez había sufrido un ictus cerebral durante el mes de abril, coincidiendo con la estancia de su hija en el reality show de Telecinco, Supervivientes. Carmen Lomana recibió la mala noticia en Honduras, pero al conocer que su madre “estaba respondiendo al tratamiento” decidió continuar con su aventura. “Mi madre es una mujer muy fuerte y va a salir de ésta”, confió entonces la concursante, que finalmente fue expulsada el 29 de mayo y puso rumbo a España.
Fue la propia Carmen Lomana la que anunció el fallecimiento de su madre el pasado 15 de junio: “A mis amigos twitteros os comunico que mi querida madre Fefa ha muerto esta madrugada. Es desolador. Descanse en paz, y se trasladó hasta el tanatorio de de Serfunle, en Eras de Renueva, en donde fue instalada su capilla ardiente.
© Europa PressDespués de dar el última adiós a su madre –al que llegó acompañada por su hermana, quien ha sido una de sus defensoras durante su paso por el concurso, Lomana quiso agradecer también a través de su cuenta de Twitter el apoyo recibido: “Gracias por los cientos de mensajes de apoyo y cariño recibidos. Es reconfortante en estos momentos. Gracias de mi familia también”.
© Europa PressEra una ocasión para estar juntos, un triste momento en el que sin embargo, Carmen tuvo que hacer frente a un encuentro tenso. Y es que coincidió con su hermano Rafa con el que apenas mantiene relación, un hecho que han constatado con algunas declaraciones públicas. Carmen, que llegó junto a sus otros dos hermanos María José y Carlos, se colocó junto a Rafa en el cementeiro y se pudieron captar imágenes de ambos juntos, aunque con el gesto serio y sin hablar el uno con el otro.
