Frida Giannini y Patrizio di Marco se conocieron en las oficinas de Gucci en el año 2011. Ella era la directora creativa de la firma y él ostentaba el cargo de director ejecutivo. Tras dos años de un noviazgo en secreto, en marzo de 2013 nació la primera hija de la pareja, Greta, y el pasado diciembre revolucionaron el mundo de la moda cuando anunciaron que se marchaban de la casa italiana. Ahora han escrito un nuevo capítulo de su historia convirtiéndose en marido y mujer en una romántica ceremonia.
Ante la presencia de muchos amigos -entre los que había algunos VIPs como la modelo Karmen Pedaru, la actriz Isabella Ferrari o la cantante Giorgia-, los novios se dieron el “sí, quiero”, según medios italianos en la localidad italiana de Sabaudia, el pasado fin de semana.
- La diseñadora Frida Giannini y su pareja, Patrizio di Marco, dicen ‘adiós’ a Gucci
- Frida Giannini da a luz a su primera hija
El vestido no ha sido firmado por Gucci y tampoco lo ha diseñado ella, ha sido la Maison Valentino –bajo las órdenes de sus amigos Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli – los que han creado un romántico y etéreo diseño de Alta Costura. Un vestido con trasparencias en seda y encaje de color rosa empolvado, que la novia combinó con un romántico recogido trenzado, una diadema y un ramo de flores blancas anudadas con un largo lazo de la misma tela del vestido.
Los diseñadores de Valentino –la elección de la casa ha sido muy comentada en los medios italianos dado que ella formó parte durante doce años de Gucci- también se encargaron de crear el vestidito para Greta, que ejerció de dama de honor. Un traje que encajó con lo que los exigentes novios habían imaginado para su gran día, también vaporoso y con pequeñas florecitas bordadas.
Tras la ceremonia a las afueras de Roma y la consiguiente lluvia de pétalos de flores y de arroz, los novios y sus invitados disfrutaron de una celebración al aire libre y, como manda la tradición, el matrimonio cortó una enorme tarta nupcial cuadrada, cuyas decoraciones reproducían las florecitas que se encontraban en el vestido de Greta y el encaje presente en el vestido de Frida. Una boda sólo para los más familiares y amigos más cercanos, pero en la que nada se dejó al azar.