María José Campanario está a punto de recibir su mejor regalo de cumpleaños, su ansiado título de Odontología. La mujer de Jesulín de Ubrique, que cumple 36 años este 28 de mayo, está haciendo un último esfuerzo para conseguir licenciarse y ver así recompensado todo el tiempo y el empeño que ha invertido en lograrlo.
Y es que si algo ha demostrado María José durante los 13 años que lleva en la esfera pública (desde que contrajo matrimonio con el torero) es que el rasgo más característico de su personalidad es el tesón y la constancia. Por ello, la mujer de Jesulín, que siempre había querido estudiar, superarse cada día y cumplir su sueño de convertirse en odontóloga, se puso manos a la obra en 2009 y se matriculó en la Universidad Europea de Madrid. Se trataba de un centro privado de la capital que le permitía sacarse el título en una modalidad muy cómoda para ella, acudir a clase sólo los viernes y los sábados para interferir lo menos posible en su vida familiar al lado de su marido y sus hijos en Ubrique.
Pero no todo iba a ser un camino de rosas y María José pronto tuvo que comenzar a sortear obstáculos. Su condena a causa de la ‘Operación Karlos’ le valió la expulsión del centro un año después y casi acaba con sus esperanzas. Sin embargo, lejos de venirse abajo, le sirvió para esforzarse aún más en la lucha por su sueño.
Tras intentarlo en la Universidad Internacional de Cataluña, que abandonó por no poderlo compaginar con su vida familiar, y estudiar varias posibilidades, María José se decidió por la Universidad CESPU, en Oporto, que aunque contaba con el inconveniente del idioma, le ofrecía la posibilidad de sólo tener que acudir a clase una semana al mes, eso sí, de manera intensiva, y a costa de hacer 1.600 kilómetros.
Dicho y hecho. María José, que además durante todo este tiempo se sacó en Sevilla el Grado Superior de Protésico Dental, se matriculó en la universidad portuguesa en 2012 y ahora está a punto de ver cómo tantos desvelos han dado su fruto. Han sido tres años de constantes sacrificios, de no disfrutar de sus hijos todo lo que le hubiera gustado y de recluirse en casa para aprovechar cada minuto libre estudiando, pero gracias al apoyo del torero consiguió derribar todas sus dudas, y lo ha logrado.
En este tiempo, María José no ha tenido más remedio que perderse acontecimientos familiares, como el bautizo de la hija de su cuñado Humberto, ha reducido al mínimo sus apariciones públicas como imagen de marcas publicitarias y en los últimos meses tan sólo se le ha podido ver en la presentación de una conocida dieta.
Ahora, la mujer de Jesulín podrá presumir de título e incluso se había hablado de la posibilidad de que abriera una consulta en Arcos de la Frontera, donde reside con su familia, una información que ella misma se encargó de desmentir el pasado mes de marzo: "Son rumores que para nada son verdad. No tengo ninguna intención de montar una clínica. Quiero hacer un máster, pero cerquita de mi casa".