Muy sincero y sin dejar nada en el tintero. El cantante Dani Martín se ha sentado en Al rincón de pensar de Risto Mejide para su entrevista más personal, en la que habló de su familia, su situación personal y su carrera que cumple 15 años.
El artista confesó que es un tanto inconstante en cuanto al deporte, pero ¿y en el amor? “En el amor soy una montaña rusa, necesito estar todo el rato en la curva más increíble, trepidante y peligrosa, y cuando eso se me pasa prefiero no estar, porque estar para no sentir eso aquí me parece que es no estar de verdad” explicó. Dani comentó que le gusta sentir “mariposas” y que “lo feo sería continuar con una persona cuando no sientes esas cosas”. Entre sus planes está además formar una familia, es algo que le gustaría. “Cuando veo a un papá con su hijo en el fútbol me da mucha envidia. Me gustaría ser padre, tener una niña e ir con ella al fútbol” aseguró. Sin embargo, se confesó escéptico en cuanto a encontrar pareja. “Cada día me cuesta más creer en la pareja. Sinceramente. Que algo sea para toda la vida, cada vez me lo creo menos, y me da pena, porque la gente que lo consigue creo que es algo precioso”.
En febrero de 2009, su familia atravesó uno de sus peores momentos tras el repentino fallecimiento de su hermana Miriam. Dani comentó lo que sintió en ese momento. “Es una historia con la que cuando te acostaste no contabas y a la mañana siguiente sucede. Que mi hermana se muere. Empiezas a vivir una cosa con la que no contabas, mi familia cambia, mi vida cambia, y todo cambia en mi vida”. Y continuó: “Mi dolor más fuerte es ver a mi madre a veces, ese ha sido mi verdadero dolor, porque perder un hijo tiene que ser como si te arrancan lo que te puedes imaginar de cuajo”.
El intérprete comentó que tuvo que sacar fuerzas de flaqueza en aquel momento. “Es como si tú te convirtieras en el padre de tus padres, lo digo con cariño, lo volvería a hacer cien millones de veces. Te cae y tú te pones la responsabilidad, en ese momento me puse el rol de tengo que sostener el mundo”.
Comenzó como vocalista del grupo El canto del loco, una etapa en la que “aprendió mucho” y lo “pasó muy bien, muy bien”, y es que el conjunto fue un auténtico fenómeno fan que movilizó a millones de personas. Una de las peores cosas que recuerda de esta etapa es el no “haber tenido cerca a una persona que les ayudara a construir una carrera hacia un lugar de crecimiento”. “Llegó un momento que hice así con el yugo y la carreta y dije no puedo más, voy a ser yo el que busque la manera de crecer y madurar” comentó.
Por eso tomó la decisión de volar en solitario, aunque no tenía muy claro si iba a triunfar tanto como antes. “Me apetecía hacer un disco que se llamara pequeño, que hablara de lo acomplejado que me sentía, de lo inseguro, y que en realidad no tenía que ver nada con aquella chulería que había representado”.