En un primer momento fue conocida por ser novia de uno de los solteros más codiciados del mundo, el príncipe Harry, sin embargo ahora Cressida Bonas vuela en solitario. La bella aspirante a actriz fue asediada por un grupo de fans a la salida del estreno de su obra An Evening With Lucien Freud en el teatro de Leicester Square en Londres.
Esta belleza rubia de la alta sociedad londinense, de 26 años, parecía cómoda en su papel de reina del escenario firmando autógrafos a sus admiradores a la salida del teatro. Concluida la obra, Cressida cambió de atuendo, se desmaquilló e hizo alarde de su belleza natural. Con la melena suelta, cazadora de cuero, camisa blanca, vaqueros, zapatillas y un bolso a la última, de ante y flecos en color marrón, salió a celebrar con su madre, Lady Mary Gaye, y su hermana por parte de madre, Pandora, un nuevo éxito sobre las tablas. La guapa aristócrata e imagen de la firma de lujo Mulberry abandonó el teatro con una gran sonrisa tras haber recibido sus primeras críticas muy positivas. “El encanto y la energía de Bonas son lo suficientemente convincentes para encantar a un público exigente”, publicaba The Daily Telegraph.
Su carrera como de actriz continúa imparable desde su debut en los escenarios londinenses el pasado mes de enero. En su estreno sobre las tablas, Cressida convenció al público con su trabajo en la obra, Hay un monstruo en el lago, y luego siguió cosechando éxitos en el nuevo montaje de la celebérrima obra de Oscar Wilde, La importancia de llamarse Ernesto, en el que Cressida dio vida a Cecily Cardew, la protagonista femenina. El príncipe Harry estuvo arropándola en el estreno de la obra, a pesar de que su relación sentimental terminó en 2014 después de dos años de noviazgo. Se espera también su presencia en An Evening With Lucien Freud cuando regrese de cumplir sus compromisos en Nueva Zelanda.
Hace unos días la bella Cressida cumplió todo un sueño para cualquier actriz en ciernes: desfilar en Cannes, días antes de que la ciudad de la Costa Azul francesa se convirtiera en escenario del festival de cine más prestigioso del mundo y por el que han pasado estrellas como Cate Blanchett, Naomi Watts, Charlize Theron, que también en su día soñaron con ser artistas, como es ahora el sueño de Cressida. Y es como cuentan aquellos que la conocen, Cressida Bonas no quiere ser conocida por su conexión con la realeza y su máxima es hacerse un hueco en el mundo de la interpretación.