El fenómeno ha podido registrarse ahora, por primera vez, de esta manera tan espectacular. Fue en un helicóptero que acababa de aterrizar de noche en el desierto. En la imagen pueden observarse unas aureolas luminiscentes producidas por las palas de los rotores del helicóptero. El singular fenómeno se hizo patente mientras las palas giraban levantando nubes de polvo y arena. Se cree que, al romperse, producen electricidad estática, dando lugar a la fantasmagórica luminosidad.