Aún no ha cumplido los tres meses de vida y Sasha Piqué Meberak ya se ha convertido en uno más de la gran familia del Barça. Lo fue desde que nació, pues ya en su primer día de vida su bisabuelo Amador Bernabéu, abuelo de Gerard Piqué, se encargó de hacerle socio del club en el que juega el futbolista. Este sábado, el pequeño Sasha ha hecho su 'debut' en el Camp Nou, acudiendo por primera vez a un partido de Gerard con su madre, Shakira, y su hermano, Milan Piqué.
Como tantas veces ha hecho anteriormente, la cantante se encontraba en las gradas del estadio para apoyar a su chico en el partido que ha enfrentado al Barça con el Valencia. Esta vez ningún miembro de la familia se ha quedado en casa, puesto que Shakira ha llevado con ella a sus dos hijos, Sasha y Milan, para disfrutar junto a ella del encuentro. Aunque Sasha es aún demasiado joven para enterarse de lo que ocurre en el terreno de juego, sin duda para Gerard habrá sido una gran motivación jugar frente a sus dos niños, y parece que le dieron suerte, pues su equipo se alzó con la victoria.
Gerard incluso se ha animado a sacar a Milan y Sasha al campo, llevando a ambos en brazos como un orgulloso papá, y los niños no tardaron en convertirse en las estrellas del Camp Nou.
Al igual que su hermano, Sasha llevaba la indispensable camiseta azulgrana con su nombre escrito. Pese al alboroto habitual de los estadios durante los partidos de fútbol, el pequeño parecía relajado y a gusto durmiendo en los brazos de su madre. Tampoco le pusieron nervioso los aplausos ni el ruido del público cuando Gerard paseó con ellos en brazos por el césped, e incluso dirigió a las cámaras una mirada curiosa desde el hombro de su papá.
Más acostumbrado que su hermano a acudir a animar a su padre en los partidos, Milan Piqué se ha mostrado totalmente desenvuelto en el partido. Él también era muy pequeño la primera vez que visitó el Camp Nou, aunque en aquella ocasión el estadio estaba vacío. A sus dos años y tres meses de edad, Milan es un niño curioso y con mucha energía, y parecía pasarlo en grande tanto en las gradas como en el banco, riendo y señalando a Gerard las cosas que llamaban su atención.
Les acompañaba también la madre de Piqué, Montserrat Bernabéu, una entregada abuela que se ha encargado de cuidar a los niños en algunos momentos, como cuando Shakira dejó durante unos instantes las manos libres para poder dar un beso a su chico.