"Me encantaría enamorarme pero no tengo actitud". Así hablaba hace justo un año Isabel Sartorius sobre la idea de encontrar a alguien con quien compartir su vida. "Llevo mucho tiempo así y estoy acostumbrada a estar sola", aseguraba, sin embargo, parece que ahora las cosas han cambiado y está viviendo una etapa muy especial. "Tengo una ilusión nueva, que no la había tenido desde hace tanto…", ha confesado Isabel, quien no ha querido dar muchos detalles sobre quién se trata: "No es español, está divorciado y no cuento nada más, que luego me da mucha vergüenza. Ya le conocía de mi época en Londres y no sé qué ha pasado… ya os contaré. Estoy ilusionada, no voy a mentir, pero todavía no me quiero lanzar. 'Enamorada' es una palabra muy fuerte, a estas edades hace falta más tiempo".
Ha sido en la presentación del producto para adelgazar 'Xanthigen' donde Isabel se ha mostrado así de sincera y no ha dudado en reconocer que, ahora que acaba de cumplir 50 años, siente que está a punto de empezar una nueva etapa de su vida. ¿El principal motivo? La marcha de su hija Mencía, que va a cruzar el charco para estudiar Relaciones Internacionales. "Se va en septiembre cuatro años a América, ya es seguro. Lo que está decidiendo es la universidad, porque la han cogido en varias pero tiene hasta el 1 de mayo para decidir. Está entre dos o tres, que no sabe si irse a Boston, a Washington…".
Isabel, que asegura que ahora está "más abierta" y que el año que viene va a tener más tiempo para "hacer cosas que todavía no he hecho", está muy contenta con la idea de que su hija viva esa experiencia, ya que ella también lo hizo y fue inolvidable. "Lo tengo grabado. No sería la misma si no hubiera pasado esos años fuera estudiando en Estados Unidos, así que se va a ser tan bueno para ella… Además, por otro lado, abro otras opciones, tendré más tiempo para mí misma".
Mencía es una de las que más se alegra de que su madre haya recuperado de nuevo la ilusión en el amor, sin embargo, Isabel asegura que todavía no se conocen: "Yo estoy con mucho lío, él trabaja… cada uno tenemos nuestra vida, así que sin forzar". "A estas edades te vuelves más exigente, pero es también lo que tú inviertas en las cosas. Tienes más tiempo para saber que hay que ceder, que hay que respetar los ritmos de cada uno… Seguramente convivir sea más complicado, pero yo no estoy todavía pensando en eso", afirma.