El reciente fallecimiento del príncipe Kardam de Bulgaria ha reunido en Madrid a la familia Sajonia-Coburgo al completo con los reyes Simeón y Margarita a la cabeza. Siempre unidos y formando una gran piña, hijos y nietos de los monarcas búlgaros quisieron arropar a la viuda del príncipe de Tirnovo y sus hijos, Boris y Beltrán, en tan doloroso trance a pesar de que no todos ellos residen en España. Ese fue el caso de Mafalda, hija de Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal, uno de los grandes apoyos de su primo Boris, el nuevo príncipe de Tirnovo, y que voló desde Boston para estar junto a él en tan triste despedida.
La nieta mayor de Simeón de Bulgaria es una desconocida en nuestro país, ya que hasta los 18 años residió en Londres junto a su madre, Rosario Nadal, separada de Kyril de Bulgaria desde 2009, y sus hermanos Olimpia y Tassilo. Aunque siempre ha disfrutado de los veranos en Palma de Mallorca junto a sus primos, los príncipes de Preslav han intentado mantener a su hija alejada de los focos mediáticos, algo que quizá esté ahora a punto de cambiar.
La razón es que la princesa Mafalda , que ha heredado la vena artística de su madre, licenciada en Bellas artes y una prestigiosa marchante, no quiere decantarse por el mundo de la moda y convertirse en una nueva ‘it girl’ como otras princesas ilustres de su generación, como Olimpia de Grecia o su propia hermana del mismo nombre, sino que quiere orientar su futuro profesional hacia el mundo de la música.
Y es que Mafalda Cecilia siempre lo tuvo claro, desde pequeña, y por eso sus padres, Kyril y Rosario, fomentaron ese gusto por la música apuntando a su hija a clases de piano y canto que no hicieron más que acrecentar su amor por esa disciplina y le alentaron a que continuara con sus estudios musicales si ese era su deseo.
Convencida del futuro profesional que quería emprender, Mafalda aprovechó las audiciones que la Berklee College of Music organizó en Valencia en 2012 para presentarse ante el jurado cantando una preciosa pieza compuesta por ella. Su dulce voz, el perfecto acompañamiento con el órgano, instrumento que domina a la perfección, y su habilidad para la composición cautivaron al jurado de la prestigiosa universidad que no dudó en admitirla como una de sus alumnas.
Mafalda, que hasta ese momento había vivido en Londres, comenzó su nueva vida instalándose en Boston, ciudad en la que se encuentra la Berklee College of Music, para dedicarse por completo a sus estudios y cumplir así con el sueño de su vida.
La universidad en la que estudia Mafalda no es un centro cualquiera, ya que está considerada como la universidad privada del mundo más grande en materia musical y una de las más prestigiosas. No en vano, entre sus ilustres alumnos se encuentran artistas de la talla de Quincy Jones, Diana Krall, Juan Luis Guerra o varios de los componentes de ‘Aerosmith’ o ‘Imagine Dragons’. Además cuenta entre sus logros con los 253 premios Grammy que han logrado cien de sus alumnos, un record difícil de superar y que, a buen seguro, Mafalda está dispuesta a incrementar.
Muy integrada en la vida universitaria, esta joven admiradora de la música de artistas tan dispares como Jimmy Hendrix o Coldplay, a los que conoce personalmente por la gran amistad de su madre con Chris Martin y Gwyneth Paltrow, Mafalda participa en todas las actividades que su universidad realiza como los festivales anuales de música en donde los alumnos demuestran todo su talento ante el público que acude a ver sus espectáculos.
Además, a pesar de pertenecer a una de las familias de más abolengo de Europa, la nieta mayor de Simeón de Bulgaria ha demostrado ser una joven muy solidaria como ya demostró participando en las protestas que se organizaron cuando la universidad interrumpió sus audiciones en África colgando en su perfil de Facebook la foto de la campaña con el lema de la protesta ‘No Africa, no Groove’ reivindicando la igualdad de acceso de los artistas africanos a las audiciones de Berklee.
Joven, bella, solidaria y con talento. No se puede pedir más.