La plaza de toros 'La Muralla' de Brihuega, Guadalajara, albergó ayer su tradicional corrida de primavera con un cartel que atrajo a muchos aficionados. Enrique Ponce, Morante de la Puebla y Manzanares lidiaron toros de la ganadería Zalduendo y solo el último logró salir por la puerta grande al cortarle una oreja a cada toro.
Ocupando una barrera en el tendido 1 del coso alcarreño de La Muralla, que conmemoraba su 50 aniversario, se encontraba don Juan Carlos. El Rey emérito, gran aficionado a la fiesta de los toros, estuvo acompañado por la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y el matador de toros retirado Andrés Hernando, uno de los tres actuantes de la corrida inaugural de la plaza de toros de Brihuega, el 12 de junio de 1965, junto a Paco Camino y Manuel Benítez ‘El Cordobés’. Ponce, Morante de la Puebla y Manzanares le brindaron a don Juan Carlos sus respectivas primeras faenas, en reconocimiento a su apoyo a la fiesta taurina.
A pesar de la lluvia hicieron su aparición en Brihuega rostros muy conocidos, como Naty Abascal, Cari Lapique, Nuria González o las blogueras de HOLA.com, Fiona Ferrer y Marta González, ésta última acompañada de su 'cuñado', el cantante Juan Peña. También acudieron a la plaza Carmen Martínez-Bordiú y Luis Alfonso de Borbón. Madre e hijo capearon la lluvia con una sonrisa y disfrutaron del buen hacer sobre el albero de los toreros.
La última vez que vimos a don Juan Carlos en la provincia de Guadalajara fue el pasado mes de octubre, cuando acudió al restaurante Amparito Roca de la capital. El rey emérito atiende a sus compromisos oficiales y poco a poco va recuperando su vida privada, después de treinta y ocho años de reindo. Desde su abdicación, don Juan Carlos se ha ocupado de diseñar una particular guía culinaria que le ha llevado a aparecer por sorpresa en alguno de sus restaurantes favoritos.
Don Juan Carlos cree que el "arte de vivir está indisolublemente unido al buen comer", pero si antes como monarca no tenía tiempo de mostrar su total apoyo a la gastronomía española, desde la proclamación de Felipe VI, el rey no ha dejado de señalar como una de sus aficiones el disfrutar de una buena mesa. Una pasión y un placer que han contribuido al fomento de la cocina española, tal y como le reconoció la Real Academia de Gastronomía.