Han pasado ya tres meses desde que tuviera que decir adiós a una de las personas más importantes de su vida. Eugenia Martínez de Irujo ha llorado la ausencia de su madre la Duquesa de Alba en privado, rodeada del cariño de los suyos, sus amigos, su hija Cayetana que ha sido quien en este tiempo la ha arropado y ha logrado que poco a poco siguiera adelante. La hija de doña Cayetana aún nota seguramente el dolor de la pérdida, pero la vida sigue y hay que continuar.
Su primera aparición pública ha sido en un ambiente que seguro le recuerda a su madre, ya que ella era una apasionada del arte y poseedora de un gran patrimonio cultural. Eugenia ha sido uno de los rostros conocidos que ha acudido estos días a la feria ARCO, donde se dan cita las últimas tendencias en este campo.
Visiblemente más delgada y vestida con ropa cómoda, pero con una amplia sonrisa en el rostro, la hija de doña Cayetana participó en un espacio dedicado a los niños de la fundación Pequeño Deseo. No es la primera vez que acude a la llamada de la infancia, ya el año pasado aportó su granito de arena a un taller de pintura infantil y fue entonces cuando se encontró con los todavía Príncipes de Asturias. Un año después vuelve al mismo escenario pero sus circunstancias personales son diferentes.
Este tiempo ha estado muy acompañada por amigos como el actor Fernando Tejero, con el que pasó las fiestas de navidad, un momento muy delicado para ella. El artista dijo hace unas semanas: "Eugenia está todavía tocada, es normal, ella estaba muy unida a su madre y sobre todo esta última época, y bien, los amigos la vamos animando, luego ella tampoco para, está con lo de Pequeño Deseo, y con sus cosas y tal, y está bien, está bien".