Después de este fin de semana, Jennifer López va a necesitar algunos días de descanso. La actriz ha tenido que cumplir con varios compromisos relacionados con los Premios Oscar, desfiles de moda y, por supuesto, la cita más importante: el cumpleaños de sus gemelos, Max y Emme, a la que no faltó, Marc Anthony.
El fin de semana comenzó para ella con el desfile de Tom Ford en Los Ángeles, allí ocupó el front row junto a las parejas formadas por Patrick Schwarzenegger y Miley Cirus, y Scarlett Johansson y su marido, Romain Dauriac.
A la mañana siguiente, la fiesta tendría lugar lejos de los focos. Los gemelos cumplían 7 años y Jennifer había organizado un encuentro familiar al aire libre, en el que los pequeños fueron los protagonistas y recibieron la visita de su padre, Marc Anthony –que el pasado mes de noviembre se casó con la modelo venezolana Shannon de Lima- y de su abuelo, David López.
Max y Emme se lo pasaron en grande y posaron divertidos junto a sus padres, en una imagen que la artista compartió con los hashtags familia y amor. Dejando claro que aunque Marc Anthony y ella tomaron rumbos separados, tras divorciarse en el año 2011, siguen siendo una gran familia. Algo que ya mostraron hace un tiempo cuando se juntaron –con Shannon de Lima y Casper Smart, entonces novio de la cantante- para celebrar el cumpleaños de uno de los hijos que el artista tuvo con su primera esposa, Dayanara Torres.
Con camisa vaquera, el pelo recogido en un moño informal y los labios pintados de rosa, Jennifer ejerció de madraza para horas después convertirse en una diosa griega y acudir a la fiesta pre Oscar, que tenía lugar en The Weinstein Company. Con un vaporoso vestido marfil, con cuello halter repleto de incrustaciones, la cantante compartió velada con numerosas estrellas de Hollywood y juntos calentaron motores para la gran fiesta del séptimo arte que tendría lugar al día siguiente.
Sin un ápice de cansancio en su rostro, tras un desfile, una fiesta infantil y una cita pre Oscar, Jennifer López fue una de las más aplaudidas a su llegada a la alfombra roja del Teatro Dolby de Los Ángeles. Con un espectacular vestido de Elie Saab color nude y el pelo recogido en una coleta alta, la chica del Bronx acaparó todas las miradas.
Durante la gala compartió fotografías con Meryl Streep, Jennifer Aniston y el prometido de esta, Justin Theroux. Y en cuanto las estatuillas estuvieron repartidas, Jennifer cambió su vestido por otro no menos espectacular –esta vez de Zuhair Murad- para acudir a una de las fiestas que tienen lugar tras los Oscar. Allí estuvo en compañía de Beyoncé, del productor musical Benny Medina y de con los actores Jared Leto y Lupita Nyong’o, entre otros.
Un fin de semana inolvidable, por muchos motivos en los que Jennifer López ha disfrutado al máximo de su familia y amigos, además de demostrar que –aunque nunca ha estado nominada- sigue siendo una imprescindible sobre la alfombra roja de los Oscar.