Un momento muy especial. El nuevo espectáculo de Rosario Mohedano en Gandía tuvo un invitado estelar, un tanto inesperado porque hasta el final no se sabía seguro si se iba a subir al escenario, aunque se había insinuado su participación, pero que provocó una gran ovación en el patio de butacas. La sobrina de Rocío Jurado se subió al escenario para demostrar de nuevo que está volcada al cien por cien en la música en el espectáculo En vivo, en el que compartía cartel con Carlos Vargas, pero también con este nombre sorpresa del que habló antes del recital. “Tuve la maravillosa y loca idea de ir a ensayar a casa de mi madre y la vi muy implicada desde el principio. De repente la veía detrás de la puerta entonando, así que hablé con Carlos y le pareció una idea muy bonita” comentó Rosario.
Claro, a la implicada Rosa también le entusiasmó la idea. “Se lo propuse a mi madre y, aparte de que me dijo que sí, me encantó cómo lo recibió porque volví a verla super ilusionada, involucrada y todo lo que nos está uniendo esto, porque es una vivencia única para compartirla con una madre” dijo Rosario. Y la protagonista, ¿estaba nerviosa? “En el ensayo se me ha olvidado la letra, con eso te lo digo todo, entonces no sé lo que se va a ver de mí” aseguró entre risas.
La colaboradora televisiva se ha lanzado con esta nueva experiencia, algo que no pensó en hacer jamás. “Para mí es algo nuevo, algo que jamás me imaginé que iba a hacer puesto que yo siempre he vivido detrás del escenario” añadió. Tuvo un recuerdo para la más grande, Rocío Jurado: “Sé que mi cuñada está por aquí, a ella lo que más le gustaba era cantar en un escenario y su espíritu tiene que estar por aquí porque la música era lo que más amaba en el mundo”.
Sin embargo, aunque no aparece en el programa Sálvame tan a menudo como antes de haberse tomado unos meses de descanso, no tiene pensado dejar este y dedicarse a otra cosa, por ejemplo una gira con su hija. “Sálvame no lo voy a dejar, ha sido para mí muy importante, lo he pasado bien, mal y regular, pero en el fondo somos una familia y la familia no se deja”.
Lo cierto es que su actuación desató una gran ovación y gritos desde el patio de butacas. Con un vestido rojo, Rosa salió a escena después de que su hija la llamara y cantaron a dúo el tema Amor callado. Un momento en el que la complicidad entre madre e hija se hizo bien visible y en el que Rosa puso toda su emoción y talento. “La música nos trae cosas bonitas, queremos que disfruten y se lleven un recuerdo maravilloso” dijo a los asistentes Rosa. Y lo consiguieron.
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