¿Te imaginas cómo puede ser su vestido de novia? ¡Va a ser una espera eterna hasta verlo!... ¿o se casarán en seguida? Lady Gaga, la artista más extravagante, polémica, original y, por qué no decirlo claramente, extraña de la música va a dar el “sí quiero”. Aunque ella no es convencional, su petición de mano sí lo fue, o al menos mucho más normal de lo que cabría esperar. Fue el día 14 de febrero, día de San Valentín, cuando el actor Taylor Kinney le regaló a su novia un precioso anillo con un diamante en forma de corazón. Ella enseñó la joya muy orgullosa en las redes sociales con el mensaje: “Él me regaló este corazón en San Valentín y yo dije que ¡sí!”.
Después de la romántica petición de mano, la pareja se reunió en el restaurante de la familia de Gaga, Joanne Trattoria, en el Upper West Side de Manhattan, para brindar por su felicidad. Y es que, a pesar de que su relación ha atravesado algún momento delicado (en el año 2012 rompieron durante un mes), lograron encontrar el equilibrio y están dispuestos a escribir un “felices para siempre” en el final de su historia de amor.
Un romance que comenzó en el rodaje del vídeo musical de Gaga, You & I, en 2011, que fue en Nebraska. Casualidades de la vida, ella llevaba el vestido de boda de su madre en aquel rodaje en el que el actor cayó rendido a sus pies. Comenzaron a salir varios meses después y, aunque rompieron un tiempo en 2012, su amor volvió a darse una segunda oportunidad y renació más fuerte que nunca. “Es el hombre adecuado. ¿Que cómo lo sé? Es un sentimiento…” ha dicho la intérprete en alguna ocasión.
Ese hombre es actor, tiene 33 años (cinco más que su novia) y además de actuar ha ejercido de modelo. Entre sus series, están Trauma, Chicago Fire y The vampire diaries, mientras que en el cine ha rodado Zero Dark Thirty y Least Among Saints, además de The Other Woman y Rock The Kasbah. Él la ha descrito como una mujer “inspiradora”. “Me encanta lo que hace, su trabajo, su música y sus obras de caridad” explicó.