"Es la mejor noche de mi vida". Estas fueron las palabras de un emocionado Sam Smith, quien con la voz entrecortada y sin poder creerse lo que estaba sucediendo, subió al escenario del Staples Center de Los Ángeles (California) hasta en cuatro ocasiones, convirtiéndose en el 'rey' indiscutible de esta edición de los premios Grammy. "Quiero dar las gracias a la persona de la que me enamoré. Gracias por romperme el corazón el año pasado porque me has conseguido cuatro Grammys", añadió el artista en alusión al hombre que inspiró su célebre canción Stay With Me. El cantante londinense, de 22 años, se llevó cuatro gramófonos, el de mejor canción, mejor grabación del año, mejor nuevo artista y mejor álbum pop vocal, por In the Lonely Hour, aunque Beck consiguió alzarse con el título de mejor álbum del año.
También salieron victoriosos Beyoncé y Pharrell Williams, con tres premios cada uno. La diva tejana puso su sello en los campos de mejor actuación R&B y mejor canción de R&B, ambos por Drunk in Love, y mejor sonido surround en un álbum ('Beyoncé'), mientras que Williams se impuso en las categorías de mejor actuación pop individual, mejor vídeo (ambas por Happy) y mejor álbum urbano contemporáneo (Girl). "Wow, muchas gracias... Es un gran honor. Este ha sido un año increíble, os quiero. Quiero dar las gracias a mi amado marido, te amo profundamente. Y a mi hija, que está aquí hoy. Blue, te quiero", dijo emocionada Beyoncé.
Y es que durante la gala, que se alargó durante más de tres horas y media, contó con 23 actuaciones y 26 canciones a cargo de artistas de primera fila, hubo algunos protagonistas inesperados, como la hija de Beyoncé y Jay-Z, que nos regaló un precioso momento con Rihanna, quien deslumbró con un espectacular y vaporoso vestido en tono coral, además de la hija de Jamie Foxx, Annalise Bishop, que cumplió su sueño de conocer y hacerse fotos con algunos de sus ídolos, como Taylor Swift, Madonna o Paul McCartney. Sin aliento nos dejaron dos espectaculares Nicole Kidman y Gwyneth Paltrow, que presumieron de piernas interminables con minivestidos, mientras que, como era de esperar, la alfombra roja nos dejó looks de lo más comentados, como el que lució Madonna, Sia, Ciara, Miley Cyrus, Kim Kardashian o Katy Perry.
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Siempre es una de las más esperadas en la alfombra roja y en esta ocasión, Taylor Swift tampoco defraudó. La cantante, que disfrutó de lo lindo de la gala y bailó como la que más, estaba radiante con un precioso vestido degradado en tonos azules de Elie Saab.
Keith Urban presumió de mujer, Nicole Kidman, quien al igual que Gwyneth Paltrow presumió de piernas de infarto. Por su parte, Katy Perry, ahora con el pelo de color lila, eligió un precioso diseño de Zuhair Murad.
Como siempre, el apasionado (e intenso) posado de Kim Kardashian, que causó sensación con un espectacular diseño de Jean Paul Gaultier, y Kanye West no dejó indiferente a nadie.
Aunque a la fiesta pre-Grammy sí que acudió con su novio, Patrick Schwarzenegger, en la gala no la vimos acompañada del modelo. La cantante posó sola en la alfombra roja luciendo un sugerente vestido negro de Alexandre Vauthier.
La cantante Sia y la bailarina Maddie Ziegler, que ha protagonizado los videoclips de sus canciones de Chandelier y Elastic Heart; Madonna, convertida en una extravagante torera, y Bleona Qereti, que tampoco pasó desapercibida.
Ariana Grande y Big Sean presumieron de amor, mientras que Ciara presumió de piernas con un sexy vestido de Alexandre Vauthier y Rita Ora se decantó por un diseño plateado de paillttes de Prada.
Juanes y su mujer, Karen; la actriz Gina Rodríguez (de la serie Jane the Virgin), Carlos Vives (mejor álbum latino de música tropical, con 'Más + corazón profundo') y Enrique Iglesias.
El cantante Nick Jonas y la modelo Olivia Culpo; Hunter Hayes y su novia, Libby Barnes; y Pharrell Williams y Helen Lasichanh, cuyo outfit fue de lo más comentado.
El británico Sam Smith llenó de sensibilidad la 57º edición de los Grammy, los premios más relevantes de la industria musical, con cuatro galardones, incluidos el de mejor canción y mejor grabación del año.
La hija del actor Jamie Foxx, Annalise Bishop, cumplió su sueño de conocer y hacerse fotos con algunos de sus ídolos, como Taylor Swift, Madonna o Paul McCartney.
La actuación de Beyoncé, que se llevó el premio a mejor actuación R&B y mejor canción de R&B, ambos por Drunk in Love, y mejor sonido surround en un álbum ('Beyoncé').
Lla gran sorpresa fue el éxito de Beck, triunfador inesperado en la categoría reina, la de mejor álbum del año, con Morning Phase, un trabajo que también le deparó la victoria como mejor disco de rock. "Hicimos este disco en mi casa principalmente, así que querría dar las gracias a mis hijos por permanecer despiertos más tiempo de lo habitual", manifestó el californiano de 44 años.