Un niño no entiende de colores ni de “piques” deportivos y lo que es mejor, en la entrega del Balón de Oro, tampoco entre los protagonistas se notó tensión alguna. Era una noche de fiesta y, aunque aumentar los logros personales era el reto, ante la ilusión de un pequeño fan, las “rivalidades” se quedan en casa. Ronaldo y Messi optaba por séptimo año consecutivo al preciado trofeo y antes de partir a la velada, los dos estaban emocionados y expectantes.
Mientras Ronaldo conversaba con su madre y su hijo, entró Messi en la sala. “Mira quién viene” susurró Ronaldo a su pequeño. Le animó a que se acercara, ante la vergüenza del niño que, claro, aunque ya tiene un ídolo del fútbol en casa, tiene también otros jugadores preferidos, entre ellos al argentino. “Es que ve un vídeo en Internet de todos y habla de ti” le explica Ronaldo a Messi, que le hace una caricia a su hijo.
Ya en la rueda de prensa previa, ambos elogiaron el buen juego del otro y comentaron que les gustaría, un sueño de momento imposible, jugar juntos en un mismo equipo. Sin duda un gran gesto de dos de los grandes.