José Ortega Cano ha abandonado esta mañana la cárcel de Zuera, Zaragoza, y se le ha podido ver por primera vez desde que ingresara en el centro penitenciario el pasado 24 de abril. Han pasado por tanto ocho meses desde que se viera una imagen del exdiestro y el cambio físico es apreciable.
Más delgado, con el pelo oscurecido y un poco de barba, el exdiestro ha caminado hacia su coche vestido de sport con unos pantalones vaqueros, un jersey oscuro y una cazadora a cuadros blancos y rojos. Caminó de la mano de su pareja Ana María Aldón que llevaba una maleta y una bolsa. A su llegada al coche saludó a su hijo pequeño José María, que estaba sentado dentro del vehículo y que dentro de apenas unas semanas cumplirá dos años de edad.
Ya dentro del coche deseó felices fiestas a los presentes y cuando le comentaron que le encontraban bien de aspecto, dio las gracias en varias ocasiones, evitando hacer más comentarios.
Seguramente en pocas horas se reunirán con los otros dos hijos del exdiestro y el resto de la familia que sin duda ha recibido su mejor regalo de Reyes.