Más de 40.000 aficionados, que cubrieron más de tres cuartas partes de las gradas del Vicente Calderón, han aclamado a Fernando Torres cuando saltó al césped para su presentación como nuevo delantero del Atlético de Madrid, la más numerosa de espectadores de la historia del club rojiblanco. Acompañado de sus hijos, con el '19' a la espalda, llegó el momento esperado un cuarto de hora antes de las 14.00 horas. Torres se dirigió hacia el centro del campo para agradecer todo el cariño, mientras el ambiente tronaba en el Calderón para recibir a un ídolo en su vuelta a casa después de siete años y medio.
En un momento tan especial tampoco podía faltar su mujer, Olalla Domínguez, que siguió emocionada la presentación de su marido desde la primera fila sentada junto a los dos hijos de la pareja, Nora y Leo, de 5 y 4 años respectivamente.
El público, que superó todas las expectativas con la apertura de puertas media hora antes y la habilitación de gradas que en principio no iban a ser utilizadas, no paró de animar a Torres. Ni a su salida ni cuando dio toques con el balón al ritmo de la afición ni cuando tomó el micrófono para transmitir sus sentimientos.
"Es muy bonito volver a casa. Algún día me tendréis que explicar que he hecho yo para que me tratéis así de bien. Llevaba mucho tiempo esperando este momento. Por fin estoy aquí. Estoy deseando empezar a jugar y volver al Calderón, pero vestido de rojiblanco", expresó Torres con más de 40.000 espectadores atentos a él.
Emocionado e interrumpido por los cánticos de apoyo, el delantero remarcó que los seguidores han "animado siempre al equipo bajo cualquier circunstancia". "Ahora el equipo está donde se merece, a la altura de su afición y a la altura de los mejores", resaltó. "Vamos a disfrutar juntos de este etapa. El año pasado fue un gran año, pero sólo es un pasito más. Podemos ser mejores y necesitamos la ayuda de todos. Sois la mejor afición del mundo y para mí eso no va a cambiar nunca. Gracias de corazón. Siempre estáis por encima de lo que uno puede esperar", explicó. "Me habéis visto aquí con diez años y la mejor manera de demostrar el amor a estos colores es cada partido y cada entrenamiento dejándome la vida. Espero que sea mucho tiempo, que no haya un hasta luego, que esta etapa sea preciosa y llena de éxitos. El miércoles nos vemos otra vez y por mucho tiempo", añadió Torres, que se besó el escudo ante el atronador aplauso de los aficionados.