Mundo singular
El descomunal banquete de la ballena
Lo que vio el fotógrafo submarino fue una boca gigante que se dirigía hacia él a toda velocidad. Lo siguiente, el efecto en el agua de un cuerpo que él calcula que medía unos 15 metros y que pesaría más de 25 toneladas, pasando a cosa de un metro de él. “Es como si pasara un submarino a tu lado”, recuerda. El “propietario” de la monstruosa boca giró a toda velocidad para no tragarse al submarinista. Éste, de no ser por el noble gesto del cetáceo, habría sufrido el mismo destino que el profeta Jonás, quien, según la Biblia, fue engullido por una ballena. El resultado son estas increíbles fotografías de un rorcual de Bryde alimentándose en un colosal banco de sardinas en aguas del cabo San Lucas, en el extremo sur de la península de Baja California (México). El 40 por ciento del cuerpo de esta fantástica criatura es boca. Poco después, no quedaba un pez. La ballena se los había comido a todos.