“Acompañar a tu hija hasta el altar el día de su boda es una experiencia diferente a cualquier otra que hubiese tenido o imaginado… Estás agitado por la emoción, es abrumador”. Con estas palabras ha descrito en propio Roberto Cavalli, a través de su blog personal, la emoción que sintió durante el enlace de su hija mayor, Cristiana Cavalli, con Francesco Agostinelli.
El diseñador italiano, como no podía ser de otra forma, ejerció de padrino y antes de terminar el tramo que separa la puerta del templo y el altar, ya estaba aplaudiendo mientras los recuerdos se agolpaban en su mente, tal y como él ha descrito con mucho sentimiento: “En ese breve paseo, en esos instantes, los momentos felices que pasamos juntos destellan ante mis ojos, sus primeros días de vida, las primeras palabras, los primeros pasos, el primer día de clases, el primer amor...”.
Cristiana Cavalli es la primera hija que tuvo el diseñador de su primer matrimonio, cumplió los 49 años el pasado mes de mayo y siempre ha estado muy unida a su padre, incluso ha trabajado con él. Con esta ceremonia, Cristiana y su ahora marido, Francesco, ponían el broche de oro a una gran historia de amor, del que ya recogieron el primer fruto en mayo de 2012, cuando vino al mundo su hijo, Francesco Gabriele.
En numerosas ocasiones el diseñador ha demostrado lo que le gusta estar rodeado de los suyos y lo feliz que es con su gran familia, tiene dos hijos de su primer matrimonio y tres de su segunda esposa. Así que no es de extrañar que la emoción se adueñara de él al acompañar a su hija –que lucía radiante con un vestido de corte sirena, con un gran escote en forma de corazón- precedido por sus nietas, que ejercían de damitas o “ángeles”, como él las describe.
Cavalli, que cumplirá los 74 años el próximo mes de noviembre, también aprovechó el enlace para reflexionar sobre su papel como padre: “Me hubiera gustado haber pasado más tiempo con Cristiana cuando era niña, yo siempre estaba viajando por el mundo tan ocupado con mi trabajo, pero ella siempre ha entendido. Nuestras vacaciones de verano eran enteramente dedicado a nosotros, a nuestros paseos en barco”.
Además de compartir estas palabras con sus seguidores, el diseñador italiano ha difundido algunas fotografías del feliz momento y ha aprovechado para darle las gracias a su hija, a la que continúa llamando “bebé”. Sin lugar a duda, un día muy inolvidable para el clan Cavalli y del que el diseñador se siente tremendamente orgulloso.