Ella es heredera de la cadena hotelera Hilton, además de diseñadora de moda y socialité estadounidense; Él es el heredero de una famosa familia de banqueros europeos. Nicky Hilton y James Rothschild acaban de comprometerse matrimonialmente, uniendo así dos de las grandes fortunas del mundo.
Cuando en 1919 Conrad N. Hilton, bisabuelo de la novia prometida, compró su primer hotel en Cisco, Texas, no podía ni imaginar que su modesta inversión –que en ese momento tenía ese típico aspecto de los hoteles de carretera americanos- alcanzaría las dimensiones que tiene hoy en día. A este hotel se sumaron otros que poco a poco fue adquiriendo y a los que puso su nombre. Su ambición, trabajo e innovación, en un sector que estaba empezando, le llevaron a consolidar su marca y en la década de los cuarenta compró los hoteles Roosevelt y Plaza, en la ciudad de Nueva York, convirtiendo así a la cadena Hilton en el primer grupo hotelero de costa a costa de los Estados Unidos. En la década de los setenta, Hilton se convirtió en la primera compañía con cotización en la bolsa de valores de Nueva York que ingresa en el negocio de los casinos, al comprar los emblemáticos hoteles-casino Flamingo y Las Vegas International, ambos en la ciudad del juego. Actualmente el imperio Hilton, incluye 10 marcas, 90 países y más de 4.000 hoteles, una fortuna que Forbes cifra en más de 16.000 millones de euros.
Aunque el abuelo de "las Hilton", W. Barron Hilton, decidió en 2007 legar la mayor parte de su fortuna personal a la organización benéfica que lleva el nombre del fundador del imperio, el "pastel" Hilton no termina allí. El padre de Nicky es el dueño de Hilton and Hyland, una potente firma inmobiliaria que maneja propiedades en Beverly Hills, Bel-Air, Malibu y West Hollywood, entre otras localizaciones. La propia Nicky, a sus treinta años, amasa ya una buena fortuna personal que la prensa americana estima en más de 15 millones de euros, creada a base de colaboraciones con diseñadores de moda, trabajos de modelo y con su cotizada presencia como miembro de la jet set internacional.
En contra de lo que se pueda pensar no todo ha sido oro en el camino de la futura mujer de James Rothschild. En el año 2006 intentó seguir los pasos familiares y abrirse camino en la industria hotelera impulsando un proyecto de reurbanización de lo que en futuro serían los hoteles Chicago Nicky O y Nicky Hilton Hotel, sin embargo está aventura no fue bien. Según el Washington Post, el grupo que se encargaba del desarrollo del proyecto demandó a la heredera por incumplimiento de contrato y las propiedades terminaron saliendo a subasta.
Si la fortuna de los Hilton nació en los Estados Unidos de los años veinte, el imperio de Rothschild aún tiene raíces más profundas. El prometido, James Rothschild, pertenece a uno de los más influyentes linajes de banqueros de Europa, que nació gracias a la idea del joven Mayer Amschel de abrir en Frankfurt una casa de cambio de monedas y billetes en la década de 1760. Aquí fue donde sus cinco hijos aprendieron el negocio y a principios del siglo XIX salieron de la casa familiar para establecerse estratégicamente en los principales centros financieros de la época. Londres, París, Frankfurt, Nápoles y Viena, un imperio que rápidamente se consolidó y que estrechó lazos con algunas de las monarquías europeas. Doscientos años después, la casa Rothschild, para la que trabaja el banquero, es uno de los mayores grupos de asesores financieros independientes a nivel mundial, están presentes en 40 países de todo el mundo y el apellido familiar siempre aparece cuando se habla de las mayores fortunas del planeta.
Con estos antecedentes familiares, la boda de Nicky Hilton y James Rothschild promete ser un espectáculo de lujo sin precedentes. La pareja, que se conoció en 2011 -en la boda de Petra Ecclestone y James Stunt-, se acaba de prometer, tal y como informó US Weekly, en un romántico fin de semana que organizó él en el lago Como. El entorno de la petición no pudo ser más idílico y la propia Nicky compartió en sus redes sociales algunas imágenes de su escapada más especial a Italia. Dicen que ella “esta tremendamente feliz” y no es para menos, ya que el joven banquero parece el hombre perfecto para unirse a la familia Hilton: discreto y con habilidad en los negocios, como le gustaría al fundador del imperio hotelero.
Las felicitaciones no se han hecho esperar, la primera la de su hermanísima Paris Hiton: “¡Felicidades @NickyHilton por tu compromiso! ¡Estoy muy feliz por ti, vas a ser la novia más hermosa!”. Aunque este enlace no es el primero para la novia, ya que en 2004 dio el “sí quiero” al también financiero, y amigo de su infancia, Todd Meister, en una ceremonia en Las Vegas, aunque el matrimonio duró sólo unos meses.
El anillo de compromiso todavía es una incógnita ya que Nicky Hilton no se ha dejado ver con él en sus últimas apariciones, aunque con las riquezas que atesoran es de suponer que será una piedra digna de entrar en el libro Guinness ¿no?. También se desconoce la fecha y el lugar elegido para celebrar la gran boda. Él británico y ella neoyorquina, ¿dónde se casarán? Lo que está claro es que a su disposición tienen más de 670.000 habitaciones de hotel para disfrutar de su luna de miel.