Desde que rompiera con su novio, el fotógrafo Rubén Martín, no habíamos vuelto a ver a Silvia Abascal, quien, poco a poco, sigue recuperándose del ictus que sufrió hace tres años y de las secuelas que le quedaron a consecuencia de ello. Sin embargo, hace unos días, la actriz, aprovechando el buen tiempo reinante en la capital madrileña, se dejó ver en compañía de su madre y de su hermana, Natalia, en las que ha encontrado el mejor apoyo en tan delicado momento personal.
Las tres juntas acudieron a hacer la compra y otras gestiones por el barrio donde han vivido siempre. Realizadas las labores domésticas, se animaron a dar un relajado paseo por el Parque de El Retiro de Madrid, un momento en el que fuimos testigos de la buena relación que mantienen las dos hermanas, unidas también por la pasión que ambas sienten por el séptimo arte.
Cabe recordar que Silvia, que recientemente dirigió el corto No digas nada, y Natalia trabajaron juntas en la película Vida y Color, trabajo del que se mostraron orgullosas y felices y donde ambos vivieron una experiencia muy enriquecedora.