Con el mismo chorro de voz que la hizo famosa y una sonrisa de la que nunca se desprende, la cantante Vega sigue rompiendo barreras con su último trabajo Wolverines. La artista lanzó este trabajo a finales de 2013 con su propia discográfica, una aventura que le ha traído muchas satisfacciones cuando cumple además doce años de carrera. Así lo dijo durante la inauguración del restaurante Burguer King número 100 de Quick Meals, en Madrid.
A este momento profesional dulce que se une a uno personal que aún lo es más. Desafiando a la superstición, se casó el pasado martes 13 de mayo con el accionista de la cervecera gallega Hijos de Rivera (Estrella Galicia), José María Rivera, que ha contribuido a que esté “feliz”. Sin embargo, no se plantea tener niños por el momento, así que sus bebés seguirán siendo las canciones que compone, que tienen un trocito de ella.
La intérprete ha hablado con hola.com de su trayectoria y sus planes para este verano, mostrando lo contenta que está tras su enlace.
Has lanzado tu último disco con tu propia discográfica, ¿cómo ha sido la experiencia?
Hago un balance super positivo porque después de doce años de carrera poder decir que soy una artista que tiene su propio sello y que este ha significado cosas positivas en lugar de traer cosas peores es muy bueno. Soy una artista que vive de su trabajo y sólo de eso, de tocar, hacer mis discos y componer para otros artistas. Me siento realizada, me siento feliz.
¿Dirías que estás en tu mejor momento profesional?
Espero que mi mejor momento esté por llegar. Soy un poquito ambiciosa en el sentido positivo, quiero cosas buenas si eso trae cosas buenas para los que trabajan conmigo. Es bonito ver que hay gente que tira para adelante contigo, estoy feliz de poder hacer eso.
Has hecho varios dúos muy potentes, ¿cuál es el siguiente?
He soñado tanto con cantar con Raphael que cuando me dijo que sí le dije: ‘me has dejado sin sueño porque ahora tengo que soñar otra cosa’. Cantar con Raphael es lo más bonito que me ha pasado, colaborar con Carla Morrison, que me parece que tiene una voz espectacular, he estado con Budiño, Arturo Sandoval… Me siento una privilegiada pero ahora, ya por capricho, te diría que Morrisey o Paul McCartney. ¡Puestos a pedir! Porque la última vez que pedí me parecía imposible y cayó, ¡quién sabe!.
Estuviste en Estados Unidos tocando hace unos meses, ¿darías el salto?
Ya lo hemos dado sin querer y sin darnos cuenta del todo. Lo hemos hecho de una forma muy natural y como teníamos que darlo. Es un público que ha estado esperando muchos años y ahora volvemos en septiembre a Latinoamérica y Estados Unidos. Es una buena señal el decir que hay un público esperando para vernos.
Estás en un momento personal también excelente, ¿cómo han sido estos meses después de la boda?
Es un momento feliz para cualquier persona. No noto cambios, soy igual de feliz que antes. Todo es positivo.
¿Bajarías el ritmo para dedicarte a tener familia, niños?
Yo tengo una familia enorme, ya la tengo (risas). Tengo a mis padres, mis hermanos, mi marido, mis amigos… No, yo “tita” de todo el mundo, la “tita”.
¿Qué proyectos tienes para este verano?
Nos queda Barcelona y Valencia para cerrar la gira española y luego paramos porque en septiembre tenemos ese viaje: Colombia, Los Ángeles, Miami… Tenemos trabajo por delante así que hay que prepararlo, descansar un poquito porque son giras con aviones de por medio, muchas horas… Es la primera vez además en tres años que me cojo unas mini vacaciones.
¿Te escaparás a alguna parte?
¡A mi casa! Vivo en La Coruña, una de las mejores ciudades del mundo. Tengo muy buen clima en verano, no me asfixio y hay playa. ¡Y tienen la mejor cerveza del mundo así que tengo todo!.
¿En qué ha cambiado la Vega de los inicios?
No ha cambiado nada, es la maduración natural de cualquier persona. Empecé a tocar cuando tenía 15 años, cuando me abrí al gran público tenía 23, ahora tengo 35. No creo que haya ninguna diferencia, soy una mujer de extremos para lo bueno y lo malo. Simplemente he madurado y estoy calmada. Con 23 años pensaba menos las cosas, tenía mis prontos. Yo creo que como todos, nos calmamos con el paso de los años.
¿Era necesaria esa evolución?
Wolverines es como un reflejo de la calma, que me llegó, no sólo a nivel personal sino como artista. En mi caso van ligadas las dos cosas, ya que como autora escribo mucho sobre experiencias personales.
¿Tal vez se incluirá en el próximo trabajo alguna canción inspirada en tu felicidad actual?
Yo creo que hay un bulo sobre mí porque escribo canciones muy felices, lo que pasa es que musicalmente son un poco melancólicas aunque las letras son super optimistas. Pero bueno, ya tengo una canción que se llama martes que es maravillosa…