En contadas ocasiones acude a actos públicos, pero anoche pudimos ver a Rocío Carrasco asistir a la inauguración de una nueva terraza en Madrid, a la que fue acompañada por su pareja Fidel Albiac. Sonriente y poniendo al mal tiempo buena cara, - ya que ayer mismo se conoció la sentencia de dos años y medio de cárcel para el segundo marido de su madre, José Ortega Cano -, llegó a la fiesta para pasar un buen rato rodeada de amigos.
La hija de Rocío Jurado, que en los últimos años siempre ha preferido llevar una vida alejada de los focos, llevó para la ocasión un primaveral vestido de flores en tonos azules, que combinó con una chaqueta granate de terciopelo. A pesar de las preocupaciones que la rodean en estos momentos, porque además de las condena de cárcel del extorero, por el accidente de tráfico que le costó la vida a una persona, se encuentra inmersa en una batalla judicial con su exmarido por la custodia de sus hijos, Rocío supo sacar una sonrisa. El pasado mes de febrero, y de manera inesperada, Antonio David Flores presentó una demanda de modificación de medidas para obtener en exclusiva la guardia y custodia de su hija, que ya tiene 16 años, después de haber tenido la custodia compartida durante diez años. Ahora, a la espera de la resolución judicial, ella parece tranquila, aunque ninguno de los dos ha querido hacer decalraciones.
En esta inauguración, Rocío y Fidel coincidieron con Carla Goyanes, que vive a caballo entre Miami y Madrid y ahora se encuentra pasando unos días en España con su familia, las hijas pequeñas de Bertín Osborne, Claudia y Eugenia Ortiz; y Mónica Martín Luque, que eligió el rojo para esta noche de estreno.