Hace justo una semana, nuestro país lloraba el fallecimiento del que sin duda ha sido uno de nuestros actores más emblemáticos. Tras no poder ganar la batalla contra el cáncer, Pepe Sancho nos dejó el pasado domingo a los 68 años, ante la sorpresa y la incredulidad de amigos, compañeros de profesión y el público, que siempre premió con aplausos sus trabajos.
Ahora, tras haberle dado su último adiós en un emotivo acto que tuvo lugar el lunes en la localidad valenciana de Manises, Reyes Monforte ha cogido lápiz y papel para escribir la que probablemente haya sido la carta más difícil de su vida. En un documento difundido a diversos medios de comunicación nacionales, la periodista ha querido dar las gracias a todos los que de una forma u otra le han mandado su cariño y apoyo incondicional tras el fallecimiento de su marido. "Hoy hace una semana que falleció. Estos días han sido muchos los grandes amigos, las personas anónimas y las personalidades de la vida cultural, política y social las que han escrito semblantes hermosos sobre José Sancho. Sus palabras hablaban de dignidad, de respeto, de profesionalidad, de valentía, de buen corazón, de talento, de carácter, de raza, de maestría, de grandeza, de belleza, de eternidad, de independencia, de inmensidad, de bravura, de genialidad. Habéis elegido las frases más hermosas y sólo puedo añadir una palabra que, más que en mi boca, estaría en la de Pepe: GRACIAS".
En su emotiva carta, Monforte también se ha mostrado muy agradecida a los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, y a los Príncipes de Asturias por sus "entrañables palabras". "Gracias a sus íntimos, a sus compañeros de profesión por entender y haber sido cómplices silentes de una discreción elegida por derecho y para evitar, o al menos dilatar en el tiempo, un dolor desgarrador".
Sin embargo, la parte más emotiva del texto son las últimas frases, dedicadas, como no podía ser de otra forma a su gran amor. "Pero sobre todo y principalmente gracias a ti, Pepe, por aparecer en nuestras vidas, y, muy especialmente, en la mía. Puro egoísmo, lo sé, pero conocerte era convertirse en la persona más egoísta del mundo por desear estar siempre a tu lado. Has sido y sigues siendo el mejor regalo que la vida me ha brindado. Desconozco qué habré hecho para merecerlo. Ahora sé que sin ti mi vida no hubiera tenido sentido aunque por ti, tal y como me hiciste prometerte, lo seguirá teniendo. Gracias por tu voz, por tu presencia, por tu lección de vida, por tus abrazos y tus besos, por tu fuerza, por tu bondad, por tu generosidad, por tu mirada, por tu sonrisa, por tu sentido del humor y por tu inmenso amor que convertimos en nuestra bandera vital", confiesa la periodista y escritora.
"Podría escribir más pero para retratar un sentimiento tan inmenso como el que vivimos, las palabras, en esta ocasión, se me quedan pequeñas (...) Un buen amigo dijo en su despedida que Pepe no quería a todo el mundo, sólo a unos elegidos, porque eso es lo que éramos. Pero a él le querían muchos. A todos ellos, gracias por demostrarlo con tanto cariño. Gracias desde el fondo de mi alma, aunque esté rota", concluye la carta.