Álvaro Fuster y Beatriz Mira Hafner contrajeron matrimonio este sábado en una discreta ceremonia celebrada en Hacienda Nadales, una hermosa finca situada a las afueras de Málaga, con los príncipes de Asturias como invitados de excepción. Don Felipe y doña Letizia llegaron al enlace cinco minutos antes de la hora fijada para la boda: las seis y media de la tarde. El príncipe conducía su propio coche y la princesa ocupaba el asiente del copiloto.
Para la ocasión, don Felipe vistió un chaqué negro, chaleco beige y corbata morada mientras que doña Letizia se decantó por un vestido en color verde agua con pedrería en el cuello y las mangas. La princesa fue una de las pocas invitadas que llevó tocado. Era muy sencillo y adornaba un original moño trenzado. Los príncipes de Asturias, que intentaron pasar desapercibidos en todo momento, abandonaron la fiesta pasadas las cinco de la mañana.
Los 300 invitados comenzaron a llegar a la finca alrededor de las cinco de la tarde. Muchos fueron en taxi, otros en coches particulares y el resto en dos autobuses con los cristales tintados fletados para la ocasión. Entre los invitados, Amaia Salamanca, con un precioso vestido largo de color verde, y su novio, Rosauro Varo; Fiona Ferrer, esposa de Jaime de Polanco, vestida de color gris; Isabel Sartorius, con un vestido largo marrrón chocolate, chal fucsia, zapatos con suela de esparto, bolso de pedrería y su característica melena rubia suelta, y María León, una de las mejores amigas de la novia. Tampoco faltaron al enlace Victoria de Borbón Dos Sicilias y su hermana Cristina acompañadas de sus respectivos maridos, Markos Nomikos y Pedro López Quesada; el príncipe Konstantin de Bulgaría y su mujer María García de la Rasilla y Beltrán Gómez Acebo. Pepe Barroso y su esposa Mónica Silva y la modelo y periodista Mónica de Tomás, gran amiga de la novia, fueron otros de los invitados estrella a esta boda que comenzó pasadas las seis y media de la tarde y que duró hasta algo más de las seis de la mañana.
El primero en llegar a la hacienda fue el novio. Lo hizo sobre las cinco de la tarde, en taxi, acompañado de su hermano Ricky y vestido con chaqué negro, chaleco beige y corbata gris. La madrina de la boda fue Carmen Garaizábal Verastegui, madre de Álvaro Fuster y viuda de Ricardo Fuster. La novia llegó puntualmente a las seis y cuarto de la tarde en un espectacular Bentley. Desde el otro lado de la ventanilla se intuía un vestido de corte romántico, de color blanco y con detalles de encaje en la parte superior. Aunque no ha trascendido quién ha diseñado el vestido todo a apunta a que ha sido la diseñadora Alma Aguilar, ya que Beatriz trabaja desde hace unos años como directora de comunicación de la firma.
Álvaro y Beatriz se dieron el "sí, quiero" en la capilla de San José de la Hacienda Nadales, que data del siglo XVIII y cuenta con diferentes salones y espectaculares jardines. Aunque los novios viven en la capital, han escogido esta ciudad para sellar su amor porque allí es donde reside la familia de la novia y donde ella vivió hasta que se trasladó a Madrid.
Con este importante paso la pareja consolida su historia de amor, que comenzó como un auténtico flechazo. Se conocieron en mayo del año pasado durante una cena espectáculo que la joyería Rabat organizó para celebrar la primavera, en el tablao Il Circo de Madrid. A partir de este encuentro, comenzaron a salir juntos y pocos meses después, ya tenían claro que estaban hechos el uno para el otro, porque desde el mes de septiembre, Beatriz lucía en su dedo un impresionante anillo de compromiso de brillantes.
Beatriz encontró de nuevo el amor al lado de Álvaro, tras su ruptura con el cantante Carlos Baute, a finales de 2009, con quien mantuvo una relación durante casi diez años y está muy emocionada con la boda. Por su parte, a empresario, sólo se le han conocido dos relaciones, la que mantuvo con la presentadora Anne Igartiburu y con la modelo Elizabeth Thompson.
