Nada más abandonar la cárcel, Diana aseguró estar "muy feliz" y dijo que "lo primero que quería hacer era ver a su hijo". Más tarde, ella y su padre se fueron a comer juntos. Así lo contó Marsó, que dijo sentirse también "muy contento" por la liberación de su hija.
Diana y Enrique Lorente residían en Pozo Alcón, en la provincia de Jaén, lugar en el que, tras un primer fracaso empresarial en Málaga, crearon una empresa de compra-venta de obras de arte. Una persecución a tiros en Cuevas del Campo (Granada), en la que intentaron huir en un vehículo conducido por la hija de Paco Marsó, se saldó con la detención de ambos el pasado 24 de octubre de 2006 acusados de cuatro atracos en la zona norte de la provincia.
Lorente había sido acusado de ser el presunto autor material de los asaltos a mano armada de tres entidades bancarias malagueñas. Por otro lado, la policía relacionó a su novia con, al menos, uno de los atracos, que se llevaban a cabo con una pistola simulada con el fin de conseguir fondos para pagar deudas de sus malogradas iniciativas empresariales.
A las pocas horas de quedar en libertad, Diana Martín, acompañada de su padre, acudió a un plató de televisión.