Hace unos meses Brad Pitt nos sorprendía sin pelo y con aspecto muy desmejorado durante el rodaje de su película The Curious Case of Benjamin Button. No han pasado ni cinco meses y el actor ha vuelto a convertirse en la atractiva estrella a la que estamos acostumbrados a ver en las pantallas. El cambio sustancial de su aspecto físico se debe a exigencias del guión de este filme, que estos días concluye su rodaje en Montreal.
En la cinta Pitt es Benjamin Button un hombre de unos 50 años, muy envejecido y con gafas, que comienza a rejuvenecer a raíz de entablar un extraño romance con una mujer veinte años menor que él -papel interpretado por Cate Blanchett-, a la que teme perder si llega a ser un niño. Para conseguir esta lograda caracterización al principio del rodaje, Brad Pitt tuvo que someterse diariamente a tres horas de sesión de maquillaje antes de comenzar cada grabación. Sin embargo, en las últimas escenas rodadas en Canadá le vemos con un aspecto atractivo, juvenil y cuidado al detalle, que dista mucho de los comienzos de la grabación.
Lo cierto es que, da igual si es viejo o joven, guapo o feo, el novio de Angelina Jolie y padre de Shiloh, que acaba de cumplir el pasado 27 de mayo su primer año de vida, sigue siendo un excelente reclamo de taquilla, al que le llueven las ofertas cinematográficas. Una vez concluya el rodaje de The Curious Case of Benjamin Button comenzará a filmar Burn After Reading, después le seguirá State of play, película basada en la exitosa serie de televisión británica de la BBC del mismo nombre, y más tarde Dirty Tricks, entre su innumerable lista de proyectos.