Paloma Rocasolano y sus padres, Francisco Ortiz y Enriqueta Rodríguez, llegaban cuatro minutos antes de las dos de la tarde a la capilla del cementerio La Paz de Madrid, donde se oficiaría el responso por el alma de Erika. Entraban en el templo junto a los Príncipes de Asturias por lo que su llegada se hacía más notable que la de la familia Ortiz, igualmente rota por el dolor.
Jesús Ortiz, padre de Erika, se apoyaba en su madre, Menchu Álvarez del Valle, y en su mujer, Ana Togores, en un día tan difícil. El padre de doña Letizia pasó la tarde de ayer, las horas siguientes a conocer el trágico final de su hija menor, en su casa de Madrid, junto a su esposa y algunos amigos muy cercanos. Su madre, Menchu Álvarez del Valle recibió en Asturias, donde vive, la noticia. Ayer, cuando llegaron cámaras de televisión y periodistas a la casa de Menchu en Sardeu se la encontraron completamente cerrada y sin señal de que hubiera nadie en su interior. Ella había emprendido el viaje a Madrid en cuanto lo supo. Por su parte, su hija Henar, que posee una tienda de decoración en Oviedo, cerró el establecimiento. Un empleado colocaba por la tarde un cartel en el que se leía: Cerrado por defunción.