La que fuera una de las niñas mimadas de Hollywood no levanta cabeza. Si la muerte de su padre le pilló por sorpresa -asegura que se enteró a través de los mensajes de condolencia que le enviaban al móvil y no porque su madre le avisara-, acaba de descubrir que de la inmensa fortuna de su progenitor, valorada en unos 400 millones de euros y en la que se incluye una mansión de 123 habitaciones de estilo versallesco y cuyo precio ronda los 12 millones de euros, el ojito derecho de papá Spelling sólo va a percibir 628.000 €.
La actriz de 'Sensación de Vivir' culpa directamente a su madre, Candy Spelling, de quien asegura que 'metió mano en las finanzas' del productor quien, en los últimos tiempos, padecía Alzheimer y estaba bastante enfermo, según ha asegurado a sus más íntimos.
Malestar familiar
No obstante, las disputas familiares vienen de antaño. Comenzaron cuando la actriz, en un reality show en el que participaba, comentó la afición de su madre por comprar todo tipo de objetos en subastas de Internet que luego acumulaba en una habitación de la mansión familiar. A este malestar por los comentarios se le sumó el inesperado divorcio de Tori que a un año de casada, decidió divorciarse y casarse de nuevo con Dean Mac Dermot, un actor canadiense que por entonces estaba casado y era padre de dos hijos. La primera boda de Tori con el guionista y actor Charlie Shanian fue por todo lo alto, se celebró en la mansión familiar y le costó a Aaron Speling la friolera de 800.000 euros.
A un mes escaso de la muerte del magnate televisivo, parece que la batalla legal no ha hecho más que comenzar y el cruce de acusaciones entre madre e hija tiene todos los visos de convertirse en un nuevo culebrón, muy del estilo de los producidos por el difunto Aaron Spelling.