Un comunicado escueto remitido por la oficina de prensa de Manu Tenorio anuncia la ruptura del noviazgo del cantante y Marisa Jara después de tres años y medio de relación. "Han dado por finalizada su relación de pareja de mutuo acuerdo, sin haber terceras personas implicadas en esta decisión y pidiendo respeto para ambas partes", señala la citada nota. La decisión, sin embargo, se tomó hace tres meses, pero Manuy Marisa han llevado su ruptura tan discretamente como su noviazgo.
Andaluza y morena
Pocos meses después de finalizar aquella primera histórica edición de Operación Triunfo en la que participó Manu quedando entre los seis finalistas, el sevillano del que se hablaba como el Paul Newman de la canción ("Lo veo como un halago, pero no quiero que eso se explote demasiado") se sinceraba en una entrevista sobre cómo debía ser la mujer que conquistara su corazón: ""No tengo novia, pero no me puedo quejar de no haber tenido éxito con las mujeres. Me gustan morenas y con el pelo largo". "O sea, la clásica mujer andaluza". Y se cruzó en su camino una belleza de pura raza nacida también a orillas del Guadalquivir, la modelo Marisa Jara, que cumplía todos los requisitos para enamorar al artista.
Un punto de estabilidad y equilibrio
La pareja comenzó a convivir en Barcelona -donde él tiene su discográfica y ella su agencia de modelos- dos meses después de iniciar su relación en el verano de 2002 y desde entonces habían sido siempre la viva imagen de la felicidad. En una entrevista conjunta de Manu y Marisa publicada hace un año, el cantante nos comentaba que junto a su novia había encontrado la estabilidad: "Me la llevo de gira, pasamos muchísimas horas juntos. Evidentemente es una referencia, un punto de estabilidad y equilibrio en mi vida. Está claro que ella ha sido un soporte para no perder la guía y el norte". Entre las cualidades que el cantante destacaba de Marisa estaba el hecho de que fuera "una mujer muy clásica: "De alguna manera, y en el buen sentido, es muy parecido a lo que siempre he vivido en mi casa. Es una persona que se esfuerza mucho en cuidarme y mimarme y nunca noto en ella ningún aspecto de dejadez, ni de pasotismo, ni siento que se pueda estar cansando. Es una mujer que se lo curra mucho día a día".
Romántico y cariñoso
Por su parte, Marisa nos decía que había sido un tiempo de noviazgo "maravilloso. Soy muy feliz, es una persona encantadora y para mí es perfecto. A día de hoy es perfecto" y le describía como un hombre "muy romántico y cariñoso. Siempre está cantando y riendo".
Hasta el momento, la pareja se había decidido a dar el paso de pasar por el altar, aunque en su futuro estaba la idea de ser padres algún día: "Creo que la meta de una pareja es trabajar el día a día, porque al fin lograrás estar con esa persona todos los días. Eso es realmente el matrimonio para mí, el esfuerzo diario e que la relación vaya bien, que estemos a gusto, y así cuando un día te quieras dar cuenta, resulte que llevas veinte años", comentaba entonces el sevillano.