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Ana Duato (Merche en Cuéntame como pasó) madre de una niña


2 de septiembre de 2004 - 15:55 CEST

Ana Duato, la popular Merche de la serie Cuéntame cómo pasó, ha sido madre de una niña, segundo de sus hijos. Pocos días después de recibir el alta médica, la actriz, su esposo, el productor Miguel Ángel Bernardeau, y su hijo mayor, que también se llama Miguel, se marcharon a Ibiza con la recién nacida para pasar unos días de vacaciones. Y ha sido allí precisamente donde se ha podido fotografiar al matrimonio con la pequeña, tal y como les mostramos.

Por el momento no ha trascendido si la niña ya ha recibido las aguas bautismales o el nombre que sus padres han elegido para ella. Hace unos meses, cuando ya se conocía la noticia de su embarazo, Ana decía acerca de ser madre de una familia numerosa:

—La verdad es que cada día es una tarea más difícil con el trajín que llevamos. Me da pena, porque yo he vivido en familias numerosas. Nosotros somos cuatro hermanos y añoro mucho esas mesas llenas de gente, el alboroto de los críos, los primos… Yo soy muy poco individualista. Siempre le estoy diciendo a mis amigos que por qué no vivimos todos juntos en comunidad. Esa sería mi casa ideal: llena de bulla, de gente que pueda estar cerca de mi hijo y atenderle cuando yo me marcho, por ejemplo. Me da la sensación de que cada día estamos más organizados; parece que nos envasan al vacío.

La actriz hablaba también de que su positivismo puede alguna vez volverse contra ella.

—A veces no te das cuenta de lo que está sucediendo de verdad, o de lo graves que pueden llegar a ser las cosas. Tú dices: ‘¡Bah!, no pasa nada’, y alguien tiene que decirte: ‘¡Cuidado!, ¿cómo que no pasa nada?’. Lo que no consiento es el abatimiento. Hay que tirar siempre para adelante. Quiero ser agradecida, porque las cosas me han ido estupendamente. En el trabajo, por ejemplo, tengo la suerte de haber coincidido con un equipo que ha sabido encajar perfectamente el éxito, porque todos sabemos el valor del trabajo y de las cosas bien hechas. Vamos a explotar este filón, en el buen sentido, durante el tiempo que dure. Disfrutándolo y preparando la etapa siguiente, que la habrá.

Ana se quejaba de no tener tiemposuficiente para dedicar a su labor como embajadora de honor de Uniceff.

—Tengo un proyecto precioso que sería ir a los lugares donde trabaja la organización y contar después lo que he visto, pero para eso necesito tiempo.

Por último, se refería a la edad en la mujer.

—Yo estoy a favor de las arrugas, de hacerte mayor con solera, y con tu vida reflejada en la cara. Me gusta cuidarme, claro que sí, pero tanto por salud como por estética. Antes era mucho más despreocupada, hasta que me di cuenta de que las arrugas no tienen marcha atrás, siempre es mejor luciruna piel sana, hidratada y lustrosa.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.