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Cayetano Rivera Ordóñez llegó a la iglesia de San Pedro de Gijón del brazo de su madrina, Carmen Ordóñez. Era la segunda vez que Carmen ejercía de madrina de boda, la primera fue en el enlace de su hijo mayor Francisco Rivera con Eugenia Martínez de Irujo, pero no por ello estaba menos emocionada. Hace unos días, la ilusionada madrina comentaba: “Soy muy feliz porque voy a ver casado a mi hijo Cayetano con una mujer estupenda y sé que los dos van a ser inmensamente dichosos”.
Los gemelos de Paquirri
Cayetano quiso también sentir a su padre, el malogrado Paquirri, muy presente en el día de su boda. El segundo hijo del diestro de Barbate adornó el tradicional chaqué con los gemelos de oro y rubíes que habían pertenecido al malogrado torero.
La novia, Blanca Romero hizo su entrada en el templo del brazo de su hermano menor, Alejandro y con más de una hora de retraso. El enlace, previsto para las doce del mediodía tuvo que retrasarse hasta pasada la una debido a la demora de Blanca. La modelo lucía bellísima en el vestido en tonos blanco y marfil que el diseñador Karl Lagerfeld había realizado para ella en exclusiva.
Vestida por Lagerfeld
Un traje guardado hasta el día de la boda, y como manda la tradición, con gran celo y que ha sido confeccionado en la Lagerfeld Gallery de París. “Para mí Karl es el más grande. Es un genio de la moda”, explicaba Blanca sobre la elección del autor de su vestido. La, todavía, futura esposa de Cayetano Rivera llevaba su bonita melena oscura suelta y ondulada y, como única joya, lucía una cruz de oro que asomaba del escote en forma de uve de su abrigo abotonado. Debajo del abrigo llevaba el vestido, de gasa y con falda plisada.
Lucía fue dama de honor
El enlace tuvo una tercera protagonista: Lucía, la hija de tres años de la modelo y que ha encontrado en Cayetano a un segundo padre. La pequeña y sus primos, Álvaro y Sonia, formaban el cortejo nupcial que acompañó a la novia en su entrada a la iglesia. Mientras, la banda de gaiteros Villa de Gijón hacía sonar la emotiva marcha nupcial.
Una vez finalizada la ceremonia, con la que Cayetano y Blanca han culminado la bonita historia de amor que iniciaron a principios de año, las gaitas se escucharon de nuevo: a la salida de los novios y con el sonido de Asturias patria querida.
Gran banquete nupcial
El nuevo matrimonio se unió entonces a sus numerosos invitados, más de 600, entre los que estaban los tres hermanos del novio: Francisco Rivera acompañado de Eugenia Martínez de Irujo, Francisco José Rivera Pantoja y Julián Contreras Ordóñez, en el banquete que se sirvió en el Gran Hotel Jovellanos. El complejo hotelero que ha sido reconstruido y decorado por el padre de la novia Rafael Romero y que se reabría de nuevo con motivo del enlace de Cayetano y Blanca. Una boda de la que la revista ¡HOLA! de la próxima semana les informará ampliamente con fotografías y declaraciones exclusivas.
En el citado hotel, Cari Lapique, Carlos Goyanes, su hija Carla, el periodista José María García, el cantante Manolo Tena y el torero Curro Vázquez, entre otros, disfrutaron del exquisito ágape en el que predominaron los platos asturianos: empanada, pulpo, fabes con almejas y marisco.
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