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Cuando aún se desconoce el número de víctimas pero se habla de cifras astronómicas, y se intenta rescatar a posibles supervivientes atrapados bajo los escombros de los edificios, comienzan a barajarse los primeros nombres de personajes de la vida pública afectados por el atentado, así como las historias humanas que, en catástrofes de semejante envergadura, llegan al corazón de la gente.
Se ha sabido que un importante productor de la cadena de televisión NBC, David Angell, que tenía en su currículum series tan conocidas como Frasier y Cheers viajaba con su esposa en el vuelo 11 de la compañía American Airlines que cubría el recorrido de Boston a Los Ángeles y que fue estrellado contra una de las Torres Gemelas. Angell había conseguido 37 nominaciones a los Emmy a lo largo de toda su carrera. Según el hermano del fallecido, el matrimonio regresaba a Los Ángeles desde su casa de Massachusseets en donde acababan de celebrar una boda. El el mismo aparato viajaban también Daniel C. Lewin, de 31 años, cofundador de tecnologías Akamai en Cambridge y Berry Berenson, de 53 años, viuda del actor Anthony Perkins y hermana de Marisa Berenson.
En el vuelo 175 de United Airlines que cubría la distancia Boston-Los Ángeles que se estrelló contra la torre sur minutos después de que lo hiciese otro boeing 767 en la torre norte se encontraba Garnet 'ACE' Bailey, de 53 años, director de relaciones públicas del equipo de hockey Los Ángeles Kings.
Bárbara Olson formaba, junto a su marido Ted, una de las parejas del establishment político de Washington, él es representante del Gobierno Federal ante la Corte Suprema y ella era una antigua investigadora del Congreso. Actualmente, además de trabajar como abogado, ejercía como comentarista de televisión y había escrito un libro sobre Hillary Clinton.
Barbara viajaba en el avión estrellado contra el Pentágono; minutos antes del terrible choque habló con su esposo desde su móvil y relató lo que estaba sucediendo. Señaló que había varios secuestradores y que “llevaban cuchillos y objetos cortantes, quizás cortaplumas” con los que obligaron a tripulantes y pasajeros a situarse en los asientos de atrás del avión. Nombres de importantes directivos como Edmund Glazer o Daniel Lewin, también se han sumado a la lista de pasajeros de algunos de los aviones siniestrados. Conmoción ha provocado la información de que dos jugadores de hockey pueden encontrarse entre los pasajeros del avión siniestrado cerca en Pensylvania. El hecho de que Barbara Olsen llamara a su esposo desde el aeroplano, así como las llamadas de otros pasajeros a su familia para despedirse, ha confirmado que los últimos minutos vividos por ellos debieron ser un total pesadilla.
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