Sabor a hiel,la primera novela de Ana Rosa Quintana, con más de cien mil ejemplares vendidos, ha sido, desde hace algunas semanas, el centro de todos los comentarios. El descubrimiento de varios párrafos idénticos a los de, al menos, otras dos autoras, Danielle Steel y Ángeles Mastretta, ha desatado un escándalo en el mundo editorial de nuestro país. La polémica forzó a Planeta a anunciar la retirada del libro. Ana Rosa Quintana ha querido explicar la situación; en un comunicado público ha pedido disculpas a los lectores y ha contado que un colaborador suyo llenó el libro de aportaciones ajenas cuando procedía a corregirlo.
TEXTO ÍNTEGRO DEL COMUNICADO DE ANA ROSA QUINTANA
Como consecuencia de la polémica surgida en los últimos días y relativa al libro Sabor a hiel, quiero hacer llegar a la opinión pública, a través de los medios de comunicación, la explicación a la que tienen derecho en relación a los hechos acaecidos.
Deseo dejar constancia, en primer lugar y para evitar todo equívoco, que el libro está basado en una idea original mía, como mía es la trama, la construcción y el perfil de los personajes, así como la mayoría de los textos, todo ello concebido con la intención de concienciar a la opinión pública sobre un grave problema de nuestro tiempo: los malos tratos que sufren muchas mujeres.
Sin embargo, al ser mi primera novela y desarrollarse este proyecto a lo largo de muchos meses, tuve que recurrir a la ayuda y colaboración de una persona de mi entorno, que gozaba de toda mi confianza para que me ayudara en la culminación de la obra.
Nunca en mi vida he pretendido engañar a nadie y, la existencia de esta colaboración, ha sido pública. Jamás se ha ocultado y, de hecho, queda reflejada en la página de los agradecimientos de la novela.
Lamentablemente, la aportación de este colaborador se extendió a la inclusión en el libro de algunos textos y párrafos tomados de la obra de otros autores cuando procedía a las labores de corrección de mi manuscrito final, no pudiendo saber por mi parte, lo que era original de lo que no lo era.
Detectada, en primer lugar, la inserción de algunos pasajes de una conocida autora norteamericana, hice mías las explicaciones que me ofreció este colaborador respecto a un error de carácter informático.
Cuando, posteriormente, supe la existencia de algunos párrafos de otra autora mexicana, entendí, que las explicaciones que había recibido anteriormente eran, de todo punto, inadmisibles, con lo que procedí, de acuerdo con la editorial, a solicitar la retirada del libro del mercado.
En consecuencia, aunque no culpable, me considero responsable y víctima de lo ocurrido y pido perdón a todos los lectores que hayan podidos sentirse defraudados por estos hechos al comprar y leer el libro que, muy a mi pesar, ha suscitado esta indeseable polémica.